COSAS DE MUJERES

Por Luisa Alvarez

…No se nace Mujer…Se llega a Serlo… Simone de Beauvoir

El lunes 4 de junio se realizó  por cuarto año consecutivo, la Marcha  NI UNA MENOS. Esta marcha es un orgullo argentino, un movimiento que tuvo su origen aquí, su nacimiento, su génesis y así contagió al mundo entero. Como lo lee, aprendices de nuestras madres y abuelas pioneras de tantas luchas, las mujeres de este país, tenemos una fuerza o un mirar o un qué se yo!

Este año 2018, los reclamos fueron contra el gobierno nacional y sus políticas de ajuste, contra el acuerdo con el FMI, que ya es una realidad, también lo fue por querernos vivas y por supuesto por la legalización del aborto, bajo la consigna Sin aborto Legal No Hay Ni Una Menos, ley que habrá sido tratada para cuando esta revista esté en sus manos o no, como dicen los rumores. Veremos.

Este año será recordado de manera singular, no será una marcha más, porque convivió con el debate por la despenalización del aborto, un debate sin parangón. Un debate tan interesante como necesario. Pocos sabrán lo que este debate ha significado para quienes por la pertenencia a una generación, jamás siquiera creímos vivir para verlo. En nuestras adolescencias una de las palabras prohibidas era  “aborto” imagínese si la palabra era prohibida cuanto más el hecho. Estaba  ligado a clandestinidad, a delito, a pecado mortal para quienes eran creyentes. Teníamos amigas, compañeras, conocidas, que abortaban en la más oscura de las noches, hasta se hablaba en voz bajita, secretamente, a escondidas, con vergüenza, con estupor. Acompañábamos como podíamos, sin saber qué hacer, ni a dónde ir, solo la rebeldía de la juventud y una sororidad espontánea y visceral empujaba ese “acompañar”. En los barrios pobres, agujas de tejer y ramas de perejil, eran los rumores, los secretos a voces y el hospital público el destino obligado.

Eso era, eso vivíamos, con esas consignas, nacimos, crecimos y a puro ovario fuimos gestando otra mirada, fuimos creciendo en voces, fuimos construyendo derechos.

Hoy, mujeres jóvenes y no tanto salimos a la calle cual marejada, para decir todo lo callado, para gritar fuerte por todas las veces que no pudimos. Cuánta alegría al ver a las colegialas cómo nos dan clases aceleradas de feminismo. Vamos aprendiendo una nueva manera, nos sorprendemos, nos desarmamos y nos volvemos a armar. No sabemos bien los argumentos, nos equivocamos. Somos una generación que fue formateada bajo parámetros machistas, que tiene las orejas y los ojos bien abiertos a otras inquietudes, miradas y sentires. El feminismo se nos presenta como algo a descubrir y su consolidación dependerá de nuestro avance en colectivo, con muchas, sin importar condición social, ni etnia, ni religión. La sororidad se hace imprescindible y la diversidad una obligación.

Por eso en las ponencias sobre la Despenalización del Aborto aborto han participado, actrices, juristas, educadoras, médicas, cantantes, políticas, científicas. También acompañan la causa muchas mujeres de a pie, que no cuentan con fama ni micrófono, pero si, con conocimiento de mutilaciones y velorios a causa de clandestinidad.

El 13 de junio se debatiría esta ley. Ojala así sea.

La apoyamos abiertamente, a cara descubierta y a plena luz del día. Estamos convencidas de quererla, jamás obligaríamos a nadie a decidir un aborto. Toda mujer que ha decidido un aborto, atesora una herida personalísima e imborrable, de eso no hay duda. Si el 13 de junio, no se aprobara la ley, tenemos la certeza que esta marea verde, seguirá su oleaje para que más temprano que tarde este derecho de las pobres a no morir, sea realidad.

Desde la Mosquitera juramos por nuestro honor seguir luchando, si así no lo hiciéramos que la matria nos lo demande!