EL CUIDADO DE INFANCIAS EN PELIGRO

Hablamos con Victoria Guevara, del Espacio de Infancias Gato Sandía y participante del Frente Popular Dario Santillán Corriente Plurinacional.

“… también tenemos un espacio de género, donde hacemos un acompañamiento para mujeres en situación de violencia, se acercó una persona que nos trajo el contacto de la mamá de dos niñas que estaban en el hogar Claveles Mendocinos de Maipú que depende de la DINAF… desde Gato sandía nos interesa luchar por los derechos de los niños… para poder estar viendo la situación de estas infancias que permanentemente se escapan de ese hogar por los maltratos que reciben, por lo mal que se sienten estando en esos espacios, deciden escaparse para tratar de resguardarse, muchas veces hacia la casa de algún familiar, pero no hay nadie que tenga registro de lo que están pidiendo al hacer esto: están pidiendo ser escuchados, están mostrando una voluntad de estar en un espacio donde se sientan más seguros, más a salvo, y no volver a un lugar donde están siendo maltratados. Cada vez que los niños hablan, la respuesta del equipo técnico es que los niños mienten…”

Se destaca que hace unos días varios niños abandonaron dicho hogar para ir a la casa del abuelo de uno ellos, quien llamó y las madres comenzaron a llevarlos nuevamente a Claveles Mendocinos.

Sobre lo que Vicky agregó: “…hay un montón de cosas que nos han contado, por ejemplo que no los escolarizan, niños que venían con una situación de escolaridad regular y buena, entran al hogar y pierden su escolaridad…” para luego afirmar: “… todo esto tiene que ser cuestionado, como sociedad nos tenemos que preguntar cuál es el lugar y la función que tiene que cumplir un hogar para las infancias, la revinculación que pueden estar generando con su familia de origen, que sea un acompañamiento, que sea una sanación de vínculos, que sea una educación para el buen vivir, para el buen trato, y no que sea lo que es ahora: un mecanismo permanente de control, de persecución hacia las familias, hacia las madres… cero política de género, eso ni hablar, además no hay acompañamiento, no hay interés, se les ríen en la cara…”

En cuanto a las personas que son cuidadoras en esos hogares afirmó: “… no se les exige una formación específica… sino simplemente certificado de buena conducta… hay niños que van a pasar por esos hogares que quizás es la oportunidad que pueden tener de que le siembren una semilla de buen trato, de amor, de un modo de vida que quizás no tienen en otro lugar…”