Eduardo Barcesat, abogado institucionalista, docente y defensor de los Derechos Humanos, dio una entrevista a Radio La Mosquitera para compartir su análisis sobre la realidad de la justicia en la Argentina.
Parte de cómo ha cambiado el escenario en la nueva era judicial, son los cambios en la Suprema Corte de Justicia, con la salida de Lorenzetti como Presidente del máximo tribunal de la Nación. Lorenszetti que fue reemplazado por Carlos Rosenkrantz y como vicepresidenta fue elegida Elena Highton de Nolasco. El poder judicial está frente a una crisis de legitimidad social: “es el poder del Estado en el que menos cree la ciudadanía, sólo el 20% le asigna confianza al Poder Judicial”.
“Estamos en una situación de anomia, en la que no se aplica la estructura jerárquica del derecho positivo argentino con la Constitución y los Tratados Internacionales a la cabeza. Y esto, que ahora se llama LowFair, es decir, gobierno de los jueces. El derecho es lo que los jueces dicen que es. Las barrabasadas jurídicas que se cometen en los tribunales federales principalmente demuestran de que no hay garantías de previsibilidad y racionalidad en el discurso y práctica jurídica. Estamos sometidos al arbitrio de un grupo de fiscales y jueces que lo que hacen es prestar servicios al poder y a sus propios intereses. Y lo hacen a conciencia de la impunidad que les da este gobierno”
Para Barcesat, estamos en el peor momento del Poder Judicial de nuestro país, desde el regreso de la democracia. Ejemplo de ello, es el proceder de la investigación de “la causa de los cuadernos”. Se llevó a cabo una puesta en escena que no da lugar a la prueba: “las fotocopias -de los cuadernos- es para que no se hagan las dos pruebas habituales: antigüedad del papel y la tinta, y las pericias grafológicas, para ver en qué condiciones se hicieron estas escrituras. Suena más que es una tarea de los servicios clandestinos de inteligencia, que una tarea de Centeno. Y la circunstancia de que Centeno haya sido declarado en una anterior causa judicial, inmediata a ésta, como inimputable, lo convierte en el crimen perfecto. Por tanto, como no está el cuerpo del delito, porque fue quemado y porque a su vez él es inimputable, estamos pedaleando. Además el inicio de la causa violó la acordada de la Cámara Federal de que las causas se sortean en Mesa de Entrada, para ver qué juez interviene, todo eso se tiró a la basura, para dar lugar a esta basura institucional”.
“Estamos en excepcionalidad institucional”, se han avasallado las potestades del Congreso mediante un mecanismo extorsivo donde se trueca la coparticipación federal las provincias, a cambio del voto conforme los criterios del Gobierno Nacional. “Esperemos que el Congreso recupere sus incumbencias y potestades institucionales con el tratamiento del Presupuesto 2019 y el Acuerdo con el FMI”.
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