LA EDUCACIÓN POPULAR CONTIENE A LOS BARRIOS FRENTE A LA AUSENCIA DEL ESTADO

Visitamos con nuestro móvil de La Mosquitera, el Barrio Los Hornos del Bermejo, donde se llevó a cabo el festejo del día de la niñez. Conversamos con las vecinas Rosa, Margarita, Betty y algun@s integrantes de la organización La Poderosa para conocer el proceso organizativo de este barrio que no deja que falte el pan y la leche, apoya las trayectorias escolares de sus chic@s, pero aún así, requieren de la presencia del Estado para combatir la desnutrición infantil.

El barrio no queda exento del abandono del Estado, pero los vecinos y vecinas se organizan para salir adelante.

El barrio encuentra contención desde la Educación Popular. Rosa dice que la Educación Popular es “hacer la escuelita y el merendero para chic@s que no han terminado o no han salido bien de la escuela, o les falta la copa de leche. No había estas cosas en el barrio y ahora tenemos la textil, el ropero, y muchas actividades más. Hay que salir adelante para salir mejor“.

A nuestra entrevista se suma la palabra de Betty, que es una de las primeras vecinas que habitó el barrio. Betty hace un llamado de atención sobre las necesidades de la infancia. Más allá del festejo, hay niñ@s de 8 años con 12 kilos en el barrio, y el pelotero de colores no tapa la desnutrición infantil.
El derecho a jugar no se cumple si nuestros pequeñ@s no tienen la alimentación básica.

La casita de La Poderosa en el barrio Los Hornos, es un espacio de encuentro para compartir alegrías. Recibe niñ@s en el merendero, brinda clases de apoyo, entre otras actividades.

Conversamos con Ceci Banco de La Poderosa, quien nos cuenta que para llevar a cabo este festejo articularon con otras instituciones como con El Naranjito.

También conversamos con Carolina, la coordinadora de Educación Popular de La Poderosa. Hablamos de la importancia de una educación popular para la niñez. “La manera de salir de la exclusión es desde la unidad, el compañerismo, y la necesidad del apoyo escolar se da porque la pobreza crece, y cada vez que crece hay un niñ@ excluido del sistema y de todos los sistemas educativo, recreativo, alimenticio … Los chic@s no llegan al contenido curricular que les exigen y no tienen discapacidad pero hay que trabajar el autoestima”, comenta la coordinadora.

Entre 60 y 70 niñ@s de varias edades se acercan a la Casita de La Poderosa al merendero, al apoyo escolar y las actividades propuestas. Las madres sin recursos le garantizan la leche todos los días a sus niñ@s. Amasan y cocinan a leña porque no hay gas. Esto nos enseña que no hay precariedad posible cuando existe la solidaridad, sin embargo, en este país más del 50% de nuestros niñ@s están por debajo de la línea de pobreza, y la actitud solidaria no alcanza, el Estado debe hacerse presente.