“LASAÑA DE MONO”, UNA COMEDIA LOCAL QUE DA QUÉ HABLAR Y REÍR

La película dirigida por Federico Santos que no para de cosechar galardones forma parte de la grilla del 8º Ciclo de Cine organizado por La Mosquitera. Para conocer más sobre el guión y su recorrido por las salas locales e internacionales charlamos con su productor, Daniel Jatib.

Sin dudas es una de las producciones que da qué hablar y reír. La película mendocina escrita y dirigida por Federico Santos viene cosechando el premio Remi a Mejor Comedia y el premio del jurado a Mejor Película Extranjera en el WorldFest de Houston (Texas, Estados Unidos). Además, es la peli que se proyectará como cierre de la 8º edición del Ciclo de Cine en la Plaza de las Artes y las Flores, organizado por La Mosquitera.  Una excelente oportunidad para apoyar al cine local y compartir en comunidad.

Hasta entonces, y para conocer más sobre el guión y su recorrido por las salas locales e internacionales el equipo del programa “En tanga y zunga”, charló con Daniel Jatib, productor de la película, quien comenta sobre el suceso de “Lasaña de mono”, la comedia que va conquistando las risas locales y extranjeras.

¿Cómo es la hazaña de hacer una película en Mendoza? ¿Cómo fue ese proceso?

Sí, es una hazaña. Es un proceso largo en el que ha sido fundamental contar con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Sin él es demasiado difícil filmar o si se puede, es muy difícil hacer todos los pasos para poder estrenar en los cines comerciales.

Optaron por un género complejo como es la comedia ¿cómo ha sido encararla, sobre todo por lo complejo que es para la recepción del público?

A Federico Santos, que es el director y guionista de la película, le gusta escribir comedias así que en eso no hubo tanto problema. Si bien es cierto lo del prejuicio hacia la comedia, por lo general es el género que más funciona en nuestro país y en las películas argentinas. Pero sí, está ese riesgo de decir: bueno, ¿lo que es chistoso en Mendoza, es chistoso en Buenos Aires?, y mucho más si es chistoso fuera del país. Pero creo que la idea es escribir lo que a uno le gusta y meterle para delante con eso.

¿Qué críticas ha tenido la peli?

Nos ha ido bien. El golazo nuestro fue haber quedado seleccionados en Estados Unidos y en Francia en los festivales y haber podido ganar. Por suerte ha gustado, ha hecho reír que es la función básica de la película.

¿Cómo hacemos para verla y colaborar también con el sustento de la recaudación?

En la página cine.ar vamos a estar dentro de los estrenos. Hay que entrar ahí, poner película estreno y entre las opciones sale “Lasaña de mono”. Se hace click en la peli y te pide hacer una cuenta – que es re fácil hacerla- te mandan un link a tu correo y desde ese link ya podes ver todas las películas argentinas gratis. La nuestra -como es estreno- sale 30 pesos, o en cuotas si lo pagás en tarjeta.

Y a ustedes… ¿ les llega algo de todo eso?

Sí , sí. Hay un control de fiscalización del instituto de cine, y creemos que de esos 30, unos 20 nos llega a nosotros. Y lo que está bueno con la nueva resolución del INCAA, es que hay un sistema de puntuación y uno de los sistemas registra cuánta gente vio tu película, así que mientras más gente nos vea – no sólo por lo económico sino también por los puntos- nos deja clasificar para poder pedir plata para hacer otra película.

Para quien no haya visto la película, ¿nos podés contar un pequeño resumen?, ¿de qué se trata?

Es la historia de Tito, un chico que viene desde el Sur del país que gana una beca para estudiar veterinaria acá. Está cuatro años preparándose y terminando la carrera en tiempo y forma, pero cuando tiene que hacer la tesis, se enfoca tanto en eso que cuando tiene que rendir le da un ataque de agorafobia, que es como un pánico a salir a la calle. Él no puede salir a rendir la tesis, pierde la mesa y se la pasan un mes después. Él había alquilado un departamento y el de la inmobiliaria -que es medio chanta- subalquila el monoambiente a Tomiteo y ahí empieza la historia. Tito, nuestro estudiante de veterinaria, es un chico aplicado, prolijo, un nerd se podría decir… y Timoteo, es la otra cara… entonces la película trata eso, la historia de los dos en ese monoambiente.

Y eso es también importante, porque hay que sostener una película en un espacio de poco metros cuadrados.

La mejor crítica que hemos recibido de la gente que la ha visto, es que no se dio cuenta hasta que terminó la película que todo pasó en un mismo lugar.

¿Hay nuevos proyectos?

Sí, hemos presentado un par de concursos al instituto de cine que tenemos que esperar a ver qué pasa, y ya cuando termine el circuito de “Lasaña de Mono”, y ahí sí meternos de 100. Porque el problema es ese: uno está con esta película tratando de que le vaya bien, cada uno con su laburo – porque no vivimos del cine-  y a su vez, con otro proyecto para presentar al INCAA, entonces lo ideal es ir cerrando etapas e ir enfocándose en los proyectos.