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LEY DE SEMILLAS: ENTREVISTA A JUAN BURBA       

Por Fernando Álvarez

Hablamos con el gran especialista – y mejor persona  – Juan Burba. Miembro de la UST (Unión de Trabajadores Sin Tierra) quién nos iluminó sobre el nuevo proyecto de ley de Semillas que se está cocinando en diputados para favorecer a las multinacionales semilleras y perjudicar ¿adivinen a quién? Sí, a todos nosotros.

Aquí va una selección de esta extensa entrevista

La Mosquitera: ¿según se cuenta en los diarios más leídos hay muchas posibilidades de que se apruebe esta ley de semillas, cómo surgió nuevamente la iniciativa de volver a tratar un nuevo proyecto de ley de semillas y por qué esta vez existen posibilidades de que se apruebe?

Juan Burba: Cuando plantearon el debate por la Ley de Semillas se estuvieron discutiendo 6 proyectos distintos, de los cuales uno era nuestro, de los campesinos. Obviamente sabíamos que ese iba a ser testimonial, pero por lo menos lo presentamos para estar en el escenario.

De repente nos enteramos que el proyecto que se va a tratar en la cámara no era ninguno de los 6 anteriores, sino uno que fue armado entre gallos y medianoche. Este proyecto que finalmente va a tratarse es lo peor de lo peor. De todo lo que hubo dando vueltas quedó lo peor. Y surgió de la negociación entre 3 sectores: El Gobierno Nacional, las empresas semilleras y los grandes Pooles de siembra. Esto fue un acuerdo que se hizo entre ellos que no circuló.

LM: ¿cuáles creés vos que son las posibilidades ciertas de que se dé la media sanción a la ley?

JB: Bueno, lo que se aprobó el martes fue un dictamen de mayoría, en realidad termina siendo el único dictamen que va a ir a la cámara supuestamente el miércoles 21 de noviembre. Con los votos solo de Cambiemos no les alcanza para aprobarlo. Así que ahí estamos las organizaciones tratando de hacer llegar información a los diputados para que tomen conciencia y no lleguen con los votos. Y obviamente Cambiemos, las semilleras y los pooles de siembra están haciendo lo mismo pero del lado contrario.

Hay un dato interesante acá. ¿Por qué no salió antes este proyecto?, porque estaban peleados los grandes, los semilleros y los Pooles de siembra. Porque como los semilleros pretenden que vos pagués la semilla indefinidamente, esa regalía para uso propio y para todo lo demás, porque estas usando genes del cual ellos son – pongo entre comillas – “dueños”, no se ponían de acuerdo, porque el productor decía: yo te compro la semilla, te pago todo ahí, no me hinches más.  Esta pelea entre los dos grandes que nosotros entonces, la mirábamos pasar, es lo que hizo que no saliera antes la ley. Pero ahora han hecho un acta acuerdo, y una de las cosas que han negociado – que figura en el dictamen – es tremenda y es la siguiente: el que pague estas regalías por el uso de las semillas, va a tener desgravación del impuesto a las ganancias. Eso negociaron: si vos me descontás el impuesto a las ganancias, yo te pago las regalías por la semilla. ¿Y quién pierde? Las arcas públicas porque vos estas transfiriendo de la plata de todos, para ponerlo en el bolsillo de las multinacionales. Porque dejas de cobrarles impuesto a los grandes para que ellos se paguen regalías entre ellos. Se calcula entre 600 y 900 millones de pesos anuales la pérdida de recaudación si se aprobara así como lo han propuesto ahora.

 

LM: En los medios hegemónicos se decía que se había abierto una ventanita para los pequeños productores, que anteriormente había sido la traba para que la ley no saliera. Es decir que no se va a penalizar a los pequeños productores por el uso de semillas. ¿Es así?

JB: No es así, todos los proyectos que se presentaron, desde los más buenos hasta los más nefastos tenían una excepcionalidad con los productores familiares, pero la verdad es que no se destrabó porque de repente los sectores de la agricultura familiar dijimos: sí, ahora sí.  Te cuento que es eso. Es una excepcionalidad que quedaría establecida en un artículo por el que los agricultores familiares quedarían exceptuados del pago de regalías. Pero ese no es el tema, el verdadero núcleo de la propuesta, está en lo que se llama “uso propio oneroso” esto quiere decir que si vos guardas de las semillas de tu propia cultivo y las usas el próximo años tendrías que pagar al supuesto “dueño” de esas semillas.

Dejame aclararte además, que esta excepcionalidad para agricultura familiar la hacen basar en el Renaf, que es el Registro Nacional de Agricultura Familiar. Nuestro planteo es: por un lado somos la gran mayoría de los agricultores los pequeños, no somos una excepción, la mayor parte de lo que se consume en las mesas del país es producido por nosotros. Y por otro lado quién nos garantiza que mañana no vuelen al Renaf, como hicieron con el monotributo social agropecuario y nos quedemos sin ningún tipo de protección. Sostener nuestro derecho a usar nuestras semillas no puede sostenerse en un solo artículo de cientos, necesitamos que se contemple este derecho campesino, quede bien protegido y es muy endeble que sea solo a partir de un solo artículo de la ley.

Con la aplicación de la nueva ley marcharían presos todos los que usen semillas patentadas. Y ya ha habido juicios perdidos por campesinos cuyos cultivos orgánicos se cruzan por aire con cultivos de semillas modificadas. El tema es muy grave.

Cuál es nuestro planteo, las semillas fueron libres, son producto de 10.000 años de trabajo, fundamentalmente de las mujeres porque fueron ellas las que comenzaron a buscar las mejores semillas.  Mira te doy un ejemplo. El maíz, no existe en la naturaleza como tal. Es una creación humana. Y con las otras especies pasa lo mismo, casi todas las especies cultivadas tienen un precursor salvaje en la naturaleza, el maíz tiene uno que se supone que es el origen se llama Teocintle, que aún existe en la naturaleza, pero que vos si lo buscas, en internet, vas a ver que es una espiguita de 7 u 8 granitos, chiquitita, la que fue seleccionada y mejorada a lo largo de miles de años por las mujeres de aquellas comunidades. Es decir la semilla es una creación de la humanidad que data de hace 10.000 años, entonces cómo una empresa que tiene 50 años o 60 años siendo generoso, que está trabajando con el maíz, se pretende quedar con genes que son producto de la domesticación milenaria. Otro dato, el trigo tiene 90.000 genes, el maíz 60.000 genes. Monsanto ha trabajado con 7, 8, 10 genes. ¿Cómo vas a decir que ese maíz es tuyo? ¿Si tiene 60.000 genes que vienen siendo mejorados de manera milenaria? Bueno ese es nuestro planteo, las semillas tienen que seguir siendo de libre intercambio y mejorándose, porque aparte se reduce mucho la diversidad agrícola así.

LM: Esto es lo que veíamos en algunos videos sobre Monsanto, que ellos tienen una especie de policía que revisa que no guardes semillas…

JB: Eso se aplicaría. En realidad esto es una cuestión internacional. Hay una Organización donde se supone que están los Estados, pero en realidad está todo el lobby semillero, que es la Unión de Protección de Obtentores Vegetales: UPOV. Esto existe desde la década de 1960. Esto viene así – para hacer un poco de Historia – desde que se inventó la agricultura, hace unos 10.000 años las semillas circularon libremente. Esto comenzó a ser modificado alrededor de la década de 1960 con la Revolución Verde, a partir de la cual se comienza a ver a la Agricultura como la posibilidad de hacer grandes negocios. Y esto también tiene que ver con el fin de las Guerras Mundiales, ya que todo el aparato bélico –químico utilizado allí perdió su sentido, y fue reconvertido en un aparato químico agropecuario, productor de Agrotóxicos. De la mano de estos empezó a ser negocio también la semilla. Por eso toda esta ola privatizadora empezó allá, no hace tanto tiempo, digamos.