PREOCUPACIÓN EN EL BARRIO CANO POR ESPACIOS VERDES EN RIESGO

Vecinas y vecinos autoconvocados del Barrio Cano recientemente han hecho pública una carta en donde informan a la comunidad sobre el atropello que la Municipalidad de Mendoza quiere realizar en su barrio. En la misma se comunica que a “días de comenzar las obras de remodelación de los tres parques de nuestro querido barrio la Municipalidad de Capital ha decidido cambiar la manera de realizar dichas obras, modificando así el primer acuerdo que consistía en remodelar los parques en tramos”.

La carta continua explicando que desde el municipio sostienen esta decisión por razones presupuestarias y por lo tanto “cerrarán los tres parques de manera simultánea durante más de seis meses, dejando a 2500 vecinxs sin un espacio de esparcimiento vital para los meses de primavera y verano… y peor aún, dejando al Barrio sin el único sitio de evacuación en caso de temblor fuerte o terremoto”, entre otros aspectos que advierte la comunidad en relación a hechos de inseguridad que propiciaría este cierre del espacio, sumado a las dificultades de acceso y circulación en el barrio por las obras de Boulogne Sur Mer aún no finalizadas.

Esta situación ha puesto en alerta a la comunidad del Barrio Cano, que se organiza en defensa de su espacio verde.

En comunicación con La Diaria, Arnaldo Roatta, ingeniero agrónomo y defensor del medioambiente saludable explicó: “El problema fundamental es que se van a realizar obras, excavaciones y zanjas en el Parque del Barrio Cano dejando las raíces de los árboles expuestas en pleno verano y por lo tanto esos árboles se van a morir… y eso es algo que está pasando en prácticamente todos los paseos donde la municipalidad interviene”.

“Además no está claro cuáles ni cuántos árboles se van a cortar y por eso estamos muy preocupados, por eso estamos tratando de comunicar a la comunidad, a los medios y a las autoridades para que obren en consecuencia, porque no podemos permitir que se sigue deteriorando el patrimonio forestal de nuestra provincia”.

Sobre esta situación, Roatta comentó que si bien se han realizado reforestaciones, el 60% de esos árboles mueren en el transcurso del primer año ya sea por falta de riego o por falta de cuidados en su traslado; otro de los aspectos que destaca, es que éstos árboles tardan entre 10 o 15 años en lograr una copa que represente el 50% de lo que fue el árbol original, que en muchos casos contaban con 70 u 80 años de vida. “Cada vez que se corta un árbol es una decisión que no se puede tomar a la ligera; No se puede priorizar la obra cuando la prioridad debería ser el verde tanto forestal como arbusto o el césped. Por favor, que alguna vez las autoridades respeten al árbol”, expresó Arnaldo.

En este sentido, el ingeniero precisó que hace 40 años, nuestra provincia registraba un promedio de espacio verde de 50m2 por habitante, pero que actualmente no se llega a los 3m2. “Si bien la población ha crecido, en vez de favorecer el espacio verde, éste se elimina poco a poco. Se calcula que se ha perdido una masa forestal del 30% entre plazas y parques de la ciudad”, dijo Roatta y agregó en cuanto a la normativa relacionada a este aspecto: “Tenemos leyes provinciales que cuidan el arbolado y leyes internacionales; Además, nuestro país está adherido a la Convención de Río de Janeiro en donde uno de los puntos fundamentales es el cuidado de la forestación en todos los aspectos. Además tenemos la declaración de impacto ambiental que es un trabajo que debe ser consultado por cada proyecto que se haga en donde se determina la posibilidad de la obra en función del impacto ambiental que provoque”.

Desde la comunidad del Barrio Cano advierten también: “El presupuesto de la licitación de las obras supera los 11 millones de pesos, de más está decir que consideramos que es un presupuesto abultado teniendo en cuenta la grave crisis económica que atraviesa el país, destacamos también que en ningún momento hubo una instancia de participación ciudadana, violando de esta manera las leyes que garantizan el acceso a la información pública. Creemos que el deber de nuestro Municipio es escuchar a los vecinxs y no imponer obras que beneficien un presupuesto favorable por encima de las necesidades básicas humanas de la comunidad. Advertimos además que nuestro barrio tiene un problema que venimos denunciando hace años, respecto del sistema de distribución de agua potable, vemos con extrema preocupación que estas obras no cuentan con un plan de contingencia en caso de que dañen infraestructura sanitaria que data de principios de siglo XX y que producto de los arreglos en Boulogne Sur Mer ya nos han dejado sin agua en meses pasados”.