El pasado domingo, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió a artesanas y artesanos de la feria de San Telmo que se manifestaban pacíficamente. Pelean por sus puestos de trabajo que pone en riesgo a más de 300 familias.
Hace tres meses que artesanas y artesanos de la histórica feria de San Telmo denuncian que están siendo “avasalladxs como consecuencia de la presión que ejercen los sectores más privilegiados de la zona, representados por los anticuarios”. Esa presión hace que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta haya militarizado el paseo público para expulsarlos en forma definitiva.
Resistiendo desde la calle Defensa en Sal Telmo las y los artesanos atraviesan un conflicto que ha escalado en conflictividad estos últimos meses. “La puja de interés que da un sector de los anticuarios de Medrano y con el Gobierno de Larreta que con la idea de reacomodación del espacio público en el casco histórico de San Telmo, no nos dejan estar porque pretenden que sea una extensión de la propiedad privada”, expresó Marcelo Carrasco, uno de los artesanos afectados.
Carrasco dio detalles sobre el contexto en el que se produjeron estos hechos sobre lo que finalmente valoró: “Esto lo que hace es enfrentarte con los mismos laburantes a lo cual nadie accedió por eso aspiramos a que nos den una solución superadora, como por ejemplo que habiliten otras cuadras, cosa que no quieren entregar por los negocios que pretende”.
Sobre la represión sufrida el pasado fin de semana, Carrasco dijo: “La represión de esta semana fue muy violenta. Nosotros manifestamos en la mañana y la Infantería nos traslada al 700; estábamos por hacer una asamblea en la cuadra del 800 y vino el jefe del operativo con la intención de pudrirla. Manotearon a compañeros, se armaron forcejeos… salen a reprimir a generar confusión, de hecho entre los detenidos había turistas”.
Las y los artesanos han presentado un recurso de amparo buscando una pronta solución. “No queremos que esto llegue a mayores. Hay 200 puestos de trabajo cuando solo garantizan 50, y hay 300 familias sin poder trabajar”.