SE LARGÓ LA CAMPAÑA ELECTORAL ¡HAGAN SUS ENCUESTAS!

Por Analía Millán

Como lo indica la LEY DE DEMOCRATIZACION DE LA REPRESENTACION POLITICA, LA TRANSPARENCIA Y LA EQUIDAD ELECTORAL 30 días antes de las Elecciones PASO, debe empezar la campaña. Usted podrá decir: “¿Cómo, no estamos hace rato de campaña?” Pareciera que sí, pero no. Al menos no oficialmente. Los modos de enfrentar este momento en el que las fuerzas políticas ponen toda la carne al asador genera una sensibilidad particular en la población, que debe aceptar livianamente esta carrera hacia las urnas, para ver qué lo motiva a meter tal o cual, o no meter, una boleta en un sobrecito, y derecho a la ranura de la urna.

Cada dos años entramos en este mundo de campaña, que todos sus significados nos explican un poco de qué se trata…

“Campaña”: campo llano sin asperezas.

Empecemos con esta para romper el hielo con un poco de humor. Esta definición contradice la expresión tan usada en nuestro país en los últimos años, término inyectado por ciertos medios de comunicación, al hablar de la grieta, como fenómeno novedoso. La discusión en Argentina siempre ha generado pasiones y grupos diversos que ostentan ideas y el poder real, desde los orígenes de nuestro país existen grietas; que por otro lado, si lo pensamos por un momento, estas grietas rompen con un discurso único, homogéneo, y aparentemente apacible. Pareciera que le dan salud a la democracia.

“Campaña”: Conjunto de actos o esfuerzos que se aplican a conseguir un fin determinado, durante un período de tiempo. 

Pareciera claro el fin, pero este punto puede complejizarse, ya que no todos los partidos políticos tienen un mismo objetivo. Algunos buscan el voto de las y los ciudadanos, mediante sus propuestas electorales, a cumplir si son los afortunados de ganar. Hay quienes en su campaña tienen el objetivo de destruir a otra fuerza política, difamar, ensuciar y confundir con denuncias mediáticas que pocas veces concretan en los organismos judiciales correspondientes. Otra modalidad es la que ofrece pocas propuestas, y slogans publicitarios, ideas lavadas y pegadizas, con cancioncillas que se nos meten en el cerebro y terminamos cantando sin darnos cuenta. Otras agrupaciones políticas intentan posicionarse como opción a las imágenes tradicionales de oficialismo/oposición, brindando al electorado una versión más liviana, sin tanto discurso político y buscando una identificación con aquel sector de la población que no le interesa la política. Y así, podemos seguir buscando… proponer, destruir, instalarse en la vida cotidiana, buscar identificación… cada cual puede buscar ejemplos a partir de su experiencia personal.

“Campaña”: Tiempo que los ejércitos están fuera de cuarteles en operaciones de guerra.

Este sentido del término suena interesante… del ámbito de la guerra, en la que pareciera que todo vale. En una guerra hay destrucción del oponente, se busca eliminarlo, a costa de lo que sea. Como en una guerra, hay estrategias que ya no tienen que ver tanto con la política, sino con el marketing, con el arte de vender, con los medios de comunicación, con las modernas redes sociales… destruir al oponente, así en singular, porque no suele ser una guerra de todo contra todos, suelen ser invisibles pero claras las alianzas para crear un oponente, al que hay que destruir para que no gane. Es decir, fuerzas políticas que hacen pactos implícitos para que otro, que suele tener chances de ganar, sea atacado por varios flancos, con diversas metodologías.

Históricamente las campañas electorales han ido acomodándose a los hábitos de la población, desde los mítines políticos en cafés, la propaganda política en las calles a viva voz, los actos multitudinarios, luego en radios, en televisión, en diarios, por teléfono, puerta a puerta. Es intenso el modo en que atraviesan las paredes de un hogar, y desde hace algunos años, a través de la virtualidad. Durante los 30 días previos y hasta 48 hs antes de la elección, los candidatos pueden hacer uso del espacio designado por ley para mostrarse masivamente, medios de comunicación, aplicando las estrategias elegidas (algunas de las enunciadas anteriormente, u otras novedosas según manuales de propaganda política). Pero la ley no logra entrar en la masividad de las redes sociales, campo fértil para profundizar las tendencias, y dar a conocer información que circula más rápido y a más gente que cualquier programa televisivo o radial. Así se viralizan las campañas, y dicen los que saben, que tiene un fuerte impacto en la determinación del votante. Se movilizan millones de mensajes que se reproducen millones de veces. Se instalan mensajes aprovechando que las redes sociales están fuera del alcance de las leyes vigentes, y en éstas puede circular información falsa y mentiras, sin tener mayores consecuencias legales… esta lógica ya está bien probada, y funciona, el famoso axioma de Joseph Goebbels “miente miente que algo queda”, durante la Alemania nazi.

Los nuevos métodos de campaña están emparentados con la publicidad, la venta de un candidato como si fuera un producto. Esta corriente en nuestro país ha sido exponencialmente explotada por asesores de imagen, que saben muy bien cómo vender cualquier cosa, qué decir, cómo decirlo, en qué contexto, sin importar verdaderamente qué se vende, sino que ese producto logre convencernos de que lo necesitamos.