Lola es una mujer que está privada de su libertad, en la Cárcel de Mujeres El Borbollón. Estuvo en entrevista telefónica con La Diaria, de La Mosquitera. Lola es parte de un grupo 40 de mujeres que están llevando adelante una huelga de hambre desde el lunes 23 de julio, como denuncia estructural del Sistema Penitenciario, por muchas falencias en las políticas de reinserción, carencias y hacinamiento; en esta Unidad Penitenciaria hay alojadas más de 110 mujeres. Pero lo más crítico es la falta de acceso a la justicia, y la falta de garantías en la defensa.
La intención es denunciar la falta de acceso a la defensa, que está absolutamente transgredido. “Esta huelga en principio fue para decirle basta de dilatar los tiempos a la justicia federal y provincial. Somos muchas las mujeres que estamos procesadas, es decir que aún no llegamos a juicio. Hay gente que ha permanecido dos años esperando el juicio, a veces con su pareja también detenida. Esta es la situación de no atenderte y no resolver, golpear las puertas y que no hay nadie del otro lado.”
“Por favor, estamos acá, atiéndanos, necesitamos saber cuál es nuestra situación judicial. Hay personas que no sabían de qué delito se las acusaba, y están detenidas hace meses sin conocer la causa que las mantiene detenidas. Otros casos en los que hace más de un año no ven a su defensor del Estado, sin saber la evolución de su causa. Es un estado de abandono y desprotección tan grande… Recién hace una semana vino por primera vez un Juez de Ejecución Federal, -por todo el ruido que hicimos con la huelga de hambre-“.
Estos reclamos lograron que el Estado volteara los ojos para ver esta realidad y fueron representantes de la justicia. Pero ahora, quieren ir más allá, llegar a la Legislatura, para advertir que hay otros temas que deben ser revisados, como por ejemplo los requisitos de la prisión domiciliaria, según la edad de los hijos: “los hijos te necesitan cerca en todas las edades; hablamos en términos de derecho, la cuestión no es que somos inocentes, pero no por eso se deben vulnerar otros derechos”. Pero para cumplir las condenas judiciales se deben elevar a juicio las causas, y que un juez dictamine si son culpables o no del delito que se las acusa; muchas de estas mujeres están privadas de su libertad en calidad de procesadas, sin condena.
Estas mujeres están luchando para que se garanticen sus derechos, luchan por la libertad, y por condiciones más dignas durante el cumplimiento de la pena. “Necesitamos voces afuera para que se dé a conocer lo que está pasando, y a los legisladores para que se modifiquen las leyes, para garantizar los derechos que tenemos”.