LLEGA LA COBERTURA UNIVERSAL DE SALUD

 LA CUS: VERDADERO CABALLO DE TROYA PARA LA SALUD PÚBLICA

Por Dr. Marcelo Álvarez

Pareciera que Ulises anduvo por estas tierras, ya que vimos en estos días, en los territorios del cacique Guaymallén, lanzar con bombos y platillos la llamada Cobertura Universal de Salud; presentada a la prensa como símbolo de modernidad y avance tecnológico para la salud de los mendocinos. Vimos allí a una ministra farmacéutica (la que inaugura últimamente hasta un bache en Anchoris) haciendo las veces de Patroclo en esta guerra junto a cierto intendente bioquímico que,  cual Heródoto, escribe la Historia gloriosa de su excelencia el Ministro de Salud de la Nación, quien interpreta a un devaluado Aquiles tercermundista y neoliberal.

Inauguraban, decía, desde Mendoza, luego de operarse primero en los grandes medios gráficos y audiovisuales, el publicitado “gran avance” de este “nuevo programa” (que de nuevo, tiene lo que yo tengo de calvo), la C.U.S. representada en una tarjetita azul;  que en forma solapada constituirá, si el pueblo lo permite; el inicio de la privatización de la atención de salud para los más pobres (el incendio de Troya).

El sistema de salud, en los años 90, recibió el embate del modelo de la autogestión y la descentralización. Ese modelo era el primer paso para la privatización que recetaba el ejercito heleno neoliberal que emprendió viaje para desembarcar en nuestras costas del derecho humano a la salud y convertirlo en una mercancía. Hace 10 años que hicieron tierra, pero no pudieron invadirnos en el gobierno anterior pues hubo quienes repelieron uno a uno los intentos de romper las murallas de la salud pública. Sin embargo, los helenos estos no se rindieron y vuelven ahora seduciéndonos con el caballo azul de la productividad, la  eficiencia, los liderazgos y no sé qué otros eufemismos, dejado en nuestras arenas para que, sin resistencia,  lo hagamos entrar.

Nuestra Troya está a punto de sufrir un nuevo intento de invasión y saqueo.

NUESTRA HISTORIA RECIENTE EN SALUD

En la guerra actual por los recursos de salud, ya no se hacen metáforas griegas, directamente se procede a machetazos y a DNU. A su falaz muletilla de “implementar la C.U.S. para aquellos que no tienen cobertura”, debemos responder con la concientización de los pacientes y los trabajadores de salud y repudiar enérgicamente estas reformas.  En Argentina, desde Ramón Carrillo, la salud es un derecho consagrado en la Constitución. Pareciera ser que las celebridades locales y los visitantes ilustres ignoran lo que al respecto dice nuestra Carta Magna. ¿Me explico? El único requisito necesario para la atención de salud, es algo mucho más importante que la aquea tarjetita. ¿Saben cuál es? Es fácil, se llama Documento Nacional de identidad (DNI).

“Donde hay una necesidad hay un derecho”, y no, “donde haya una necesidad, existirá un negocio” repetía Evita. Estos neo-conquistadores corporocráticos quieren el retiro del Estado de la cuestión pública (educación, salud, servicios, entre otras), quieren un Estado mínimo que sirva sólo para financiarles los negocios y que no los controle mucho, siguiendo a rajatabla las recetas del Consenso de Washington (neoliberalismo) recomendadas por la OMS y el Banco Mundial. Algunos dicen que el Peronismo, aparecido en estas pampas en las postrimerías de la década del 40, tantas veces ensuciado, proscripto, fusilado y “desaparecido”, es el “hecho maldito del país burgués”. Y tienen razón (considero que el Menemismo no respetó jamás el modelo económico del Movimiento), porque ha sido siempre el gran freno a la dictadura del mercado y los consorcios.

En los años 70 y 90, nuestra región latinoamericana padeció a la derecha llegada al poder con la fuerza de las botas o de los votos, y si bien lo intentaron, en salud, no lograron desarmar la tradición sanitaria del carrillismo.

Asistimos a la tercera avanzada de los hijos de Von Hayek y Milton Friedman, que pretenden hacerse de los recursos del Estado, privatizar todo lo que no se pudo en los períodos neoliberales anteriores. Países hermanos como México, Colombia, Perú y Chile no corrieron la misma suerte, cedieron a los designios de Washington y así, hoy, en esos países, la atención a los más pobres es mínima: se tratan pacientes con enfermedades frecuentes y de baja complejidad que requieran métodos complementarios de diagnóstico baratos. ¿Qué pasará con las enfermedades raras y/o de alta complejidad? La respuesta es más que evidente.

En este contexto, la salud, perdida su dignidad de derecho humano, se irá convirtiendo en una mercancía que, como otras se compra y se vende. Es decir, una salud solo para quienes puedan pagarla.

ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE LA C.U.S.

Más que dar respuestas, en este artículo, pretendo interrogar al DNU 908, firmado por Macri en julio de 2016. Sería importante que el gobierno responda a su pueblo:

  1. a) ¿Por qué una reforma estructural del sistema de salud argentino debe hacerse de espaldas al Congreso Nacional?
  2. b) ¿Por qué es urgente que los dineros de rentas generales del país sean administrados a través de un Fondo que, a su vez, podría ser tercerizado por aseguradoras privadas?
  3. c) ¿Por qué se achica el presupuesto para salud durante el año 2018?
  4. d) ¿Por qué el Estado sólo sirve para financiar a estos intermediarios y no para controlar, con la normativa que rige al derecho administrativo, compras directas, obras, estudios de imágenes y contrataciones?
  5. e) ¿Por qué se dice que con estas reformas mejoraría el sistema de salud? ¿Cómo se mide eso?
  6. f) ¿En qué país que se implementó ya la C.U.S., no se generó un retroceso en el acceso a la salud para todos?
  7. g) Del monto total aportado por el Estado Nacional, salido de rentas generales ¿cuánto se quedarán las intermediaciones para sus “gastos de administración”?

El lector y usuario del (por ahora) sistema público, debe saber que con la C.U.S. solo se cubrirán algunas prestaciones, incluidas en una canasta básica de prestaciones aún sin nomenclar, y las que no, deberán abonarse a través de un copago (Coseguro). A título informativo, se nominalizarán a las personas dentro de la C.U.S. y se las capitará “cautivamente” con un médico.

LO QUE SÍ ADELANTARON

Según el DNU 908/16 se creará un Fondo Solidario de Redistribución de la Seguridad Social para 14 millones de argentinos, quienes deberán “tener en regla sus papeles de pobres”.  El Estado financiará al FSRD con $29.000.000.000 (6 veces menos que el  presupuesto de PAMI/año 2017) y solo se van a administrar $8.000.000.000 (aproximadamente  47 pesos por paciente/mes). Este FSRD tendrá escasos controles: 2 miembros del Ministerio de Salud, 2 de la Superintendencia de Salud y 2 de la CGT.  No está claro si lo administrarán ellos o lo tercerizarán a aseguradoras privadas.

¿Quién se hará cargo ante una demanda al sistema?  Solo se puede suponer, que no el Estado. “Te la debo, no estoy en tema”, podría ser la respuesta adecuada. Las aseguradoras privadas, justificando todo con el mal manejo de la salud, la corrupción y otros versos usados hasta el hartazgo, se encontrarán en un nicho de Mercado generado por los exiguos presupuestos hospitalarios y constituirán un negocio millonario de la nada. Para los trabajadores del sistema público ya están ensayando la tristemente célebre frase “ramal que para, ramal que cierra…”

HOSPITALES Y CENTROS DE SALUD COMPITIENDO POR SOBREVIVIR Y FACTURAR

Cada efector de salud, convertido entonces en centro de autogestión y de financiamiento parcial o total de recursos, deberá salir al “mercado” a captar asegurados C.U.S. Una parte de los recursos obtenidos se destinará al pago de salarios. ¿Imaginás lo que les pasará a aquellos Centros donde haya poca recaudación? Imaginá ahora lo que les sucederá  a esos “clientes enfermos” y  al plantel de “recursos humanos”, lejos del amparo del Estado. Sumale  la reforma laboral “a la brasileña” que se avecina: los contratos basura serán el pan nuestro de cada día.

¿QUÉ VA A PASAR CON LOS CENTROS AUTOGESTIONADOS QUE NO RECAUDEN LO SUFICIENTE?

Simple, cerrarán. Veremos los brotes verdes del darwinismo social en su máxima expresión.

Te doy un par de ejemplos.

Primero: desde el año 93 el sistema de seguro en la hermana Colombia generó el cierre de 15 hospitales, entre ellos, el otrora prestigioso Hospital Universitario de Medellín, así como también el Hospital de Manizales. ¿Sabías qué, un país rico como Colombia, tiene actualmente el triste récord de ser el sitio donde más gente muere en la región por no poder acceder a la salud?

Segundo: luego del terremoto de Pisco (Perú) el gobierno decretó la gratuidad de la atención a la población. ¿Sabías que en los centros de salud, médicos y otros trabajadores, se negaban a atender a las víctimas de la catástrofe porque no iban a poder cobrar su sueldo?

¿Vale todo con tal de hacer negocio? Parece que sí.

Y por nuestras tierras ¿Te imaginas quién ganará la disputa entre el Lagomaggiore Vs. El Central, El Paroissien Vs. Metraux, El Scaravelli Vs. Tagarelli, Schestakow Vs. Enfermeros Argentinos?  ¿Y el Hospital de Malargüe,  el Sícoli  y el de La Paz? ¿Cerrarán?

LOS QUE SE QUEDARÁN CON LA TORTA

Se infiere, haciendo una analogía con la transferencia de riquezas hechas a las mineras y los agroexportadores, que el flujo de dinero irá, en primer lugar, hacia el sector más concentrado de la industria farmacéutica, a los servicios privados de la salud asociados a la banca financiera y a las corporaciones de profesionales; en segundo lugar, para algunas Obras sociales (las que dispongan de la mayor cantidad de “beneficiarios” y de prestadores); y en tercer lugar, al resto del sistema estatal, municipal, provincial y Obras sociales con menor capacidad económica y financiera.

A MODO DE RECOMENDACIONES

Me permito aquí, hacerte algunas sugerencias.

Debés estar atento e informarte.

Luchá para que el único carnet que habilite al acceso a la salud sea el DNI

Luchá para construir un sistema universal, integral, integrado, equitativo, calificado, eficiente y transparente, controlado por los ciudadanos y financiado por rentas generales. No olvidés que la salud es un derecho humano y es obligación del Estado garantizarlo (y una de sus razones de ser). No se trata de convertirnos en Cuba, miremos el ejemplo del Reino Unido.

Luchá por la administración estatal que, aun con errores, es más completa, accesible y económica que la de los países donde se implementó la C.U.S.

Luchá para desmontar la justificación de la destrucción del sistema ordenada por el Banco Mundial, la industria farmacéutica y la tecnología médica sobre-demandada, porque la Cobertura Universal de Salud es sólo una frase bonita con la que se disfraza la destrucción del sistema, que, no caben dudas, debe perfeccionarse pero jamás reemplazarse por uno de brecha social ampliada: de lujo para ricos, devaluado para pobres.

Luchá diciendo #NoALaCUS y Sí a la tradición Carrillista. Porque si permitimos el ingreso de la bestia de los helenos en nuestra Troya, la salud pública, tal como la conocimos hasta hoy, no será más que un nostálgico recuerdo de un lejano país que buscaba igualdad de oportunidades, producción pública de medicamentos, y promoción y prevención de salud “para toda persona que quisiera habitar el suelo Argentino”.