VI ENCUENTRO INTERNACIONAL LA ECONOMÍA DE LAS/LOS TRABAJADORAS/ES

Por Fernando Álvarez

Encuentro fuera del foco mediático

Como siempre pasan cosas, mientras el gran ojo cíclope de los medios concentrados se cierra. Las cosas que se gestan, siempre lo hacen en el anonimato, por suerte.

Del 30 de agosto al 2 de septiembre, el – siempre amenazado – Hotel Bauen y la recuperada Textil Pigüe fueron sede del VI Encuentro Internacional de las/los trabajadoras/res, que viene realizándose en silencio hace 10 años en distintos puntos del continente y ahora también de Europa, ya que actualmente posee fábricas recuperadas de Italia, Grecia y Francia.

El encuentro comenzó como no podía ser de otra manera con una pregunta de rigor dirigida al estado argentino ¿dónde está Santiago Maldonado?

Desde su inicio se plantea como una instancia de intercambio que permita articular y crear espacios de debate entre distintas experiencias de autogestión en el trabajo, y distintas luchas no solo por recuperar fábricas y empresas, sino también por disputar un espacio de decisión dentro de la economía.

En las palabras de Andres Ruggeri – profesor de antropología y coordinador del encuentro – “A todas estas iniciativas se suma la urgencia de coordinar acciones comunes frente a las agresivas políticas neoliberales, acciones que impliquen mayor unidad,  mayor coordinación, mayor organización y también una lectura común para enfrentar a esta ofensiva que ya estamos viviendo desde finales de 2015. En ese contexto es que distintas organizaciones de recuperadas y organizaciones de otro tipo, especialmente sindicales, vienen confluyendo, de hecho en el mismo Bauen, en julio hubo un encuentro de trabajadores autogestionados”

En la apertura de la segunda jornada en Textil Pigüe, Ruggeri hacía un breve repaso de la situación que enfrenta el sector de la economía social “el proyecto económico actual apunta a reducir la estructura industrial, y la estructura económica que se dirige al mercado interno, a favor de una estructura económica concentrada en grandes corporaciones exportadoras de materias primas o determinados commodities destinados a la exportación. Para eso necesita un achicamiento o destrucción del mercado interno, que genere desocupación, precariedad laboral, y en definitiva una flexibilización laboral, cuyo objetivo último es bajar costos salariales”.

Ladran Sancho, señal que cabalgamos

Contrariamente a lo que podría pensarse, el sector que mejor ha enfrentado las políticas de ajuste, han sido las recuperadas, a pesar de la precariedad legal y económica en que se encuentran, no han parado de aumentar el número de fábricas que han pasado a ser dirigidas por sus trabajadores. Y es que a pesar de ser invisibles para los medios de comunicación, muchos ya se han enterado que son una herramienta real al momento de conservar el trabajo y los derechos laborales.

El gobierno y la prensa oficialista, que lo acompaña, han tomado buena nota de esto. Vemos por ejemplo una activa campaña oficial en favor del discurso exitista del liderazgo, el impulso empresario, según Ruggeri la razón de esto es que hay un intento del gobierno de evitar que se vaya por la vía autogestiva y comunitaria,  y en lugar de eso propone una salida individual que es el “emprendedorismo”, cuyo objetivo es crear microcapitalistas, que van a fracasar en la gran mayoría de los casos, y aquellos que les vaya bien, se convertirán en capitalistas directamente.

Tratamos en este espacio ya, e invitamos a leer un sorpresivo y violento editorial del diario La Nación que atacaba a las empresas recuperadas https://www.lanacion.com.ar/2050452-anticapitalismo-hipocrita.

También se refirió a esto el profesor Ruggeri

“Hubo hace poco un editorial del diario la nación en contra de las empresas autogestionadas, muy violento, esto se debe a que el sector concentrado de la economía – y sus voceros, en este caso el diario La Nación – que antes veía esta experiencia de las recuperadas como algo marginal y sin importancia, o con una importancia simbólica de ataque a la propiedad privada y de las cosas que no se tendrían que hacer, pero políticamente marginal. Ahora cae en la cuenta que este sector puede tener una potencialidad importante de respuesta a estas políticas económicas neoliberales y por lo tanto ha decidido atacarlo. Este es un problema que se ve incluso en el propio sector de las empresas recuperadas, donde se ve todavía una subestimación de la propia importancia y de la propia experiencia y ahí ya nos corresponde a nosotros subir el nivel de proyección y de expectativas sobre lo que nosotros mismos podemos hacer.”