El 15 de mayo se cumplieron 77 años de la Nakba —la “catástrofe” palestina—, y el conflicto en Medio Oriente continúa en uno de sus puntos más críticos. Para comprender el actual panorama, la analista internacional Sofía Gómez Mansur dialogó con La Mosquitera, abordando la situación humanitaria en Gaza y el rol de los actores internacionales.
“Estamos ante una crisis sin precedentes: más de un millón setecientas mil personas han sido desplazadas desde 2023, el 84% de los centros de salud fueron destruidos, y el bloqueo israelí impide el ingreso de ayuda humanitaria”, señaló Gómez Mansur. El colapso sanitario, la falta de agua potable y el encarecimiento de los alimentos —con subas de hasta el 1400%— profundizan el drama cotidiano, con mujeres y niños como principales víctimas.
La propuesta del expresidente Donald Trump, de transformar Gaza en una “zona de libertad” y reubicar a la población palestina en terceros países, fue ampliamente rechazada por los países árabes. Sin embargo, la comunidad internacional continúa paralizada. “Las potencias no quieren asumir el costo político ni humanitario de recibir a millones de refugiados en un contexto de creciente nacionalismo”, explicó.
El conflicto, que se arrastra desde la creación del Estado de Israel en 1948, muestra una ocupación territorial progresiva sobre el área originalmente asignada a Palestina por la ONU. “Hoy, los palestinos habitan menos del 30% del territorio que les correspondía. El Estado israelí, altamente militarizado y con respaldo total de Estados Unidos, ha endurecido su posición y no acepta condiciones de negociación”.
La analista destacó también el rol limitado de la Iglesia y de organismos internacionales como la ONU o la Corte Penal de La Haya, que no logran frenar el bloqueo humanitario, pese a estar tipificado como crimen de guerra.
“El conflicto no solo persiste, sino que se agudiza, y sin una reacción firme de la comunidad internacional, Gaza continúa convertida en una cárcel a cielo abierto”, concluyó Gómez Mansur.