Después del triunfo electoral que derribó al golpismo en Bolivia, Laura Fiochetta nos trae las historias de estas dos mujeres que fueron pioneras, cada una en su época, en la pelea por los derechos civiles de las mujeres y el pueblo boliviano.
Desde 5 pal peso te compartimos las columnas de Ojos Grandes con la historia de estas mujeres que se abrieron paso en la vida política de Bolivia, peleando por los derechos de las mujeres y marcando el camino de la lucha feminista en América Latina.
La primera de ellas es Adela Zamudio, poeta, educadora, pintora, política, literata. La vida de Adela transcurre desde mediados del siglo XIX y principios del siglo XX, nació en Cochabamba el 11 de octubre de 1854, hija de un minero acomodado de La Paz. Recibió educación hasta tercer grado como era permitido para las mujeres en esa época, pero la opulencia familiar le permitió recibir educación por parte de una maestra inglesa, hecho trascendental en la vida de Adela.
A los 15 años lee y traduce Shakespeare, da sus primeros pasos como profesora y escribe su primer poema “Dos rosas”. Ella es quien funda la Escuela Fiscal de Señoritas, escuela que hoy lleva su nombre. Precisamente, en esa escuela es dónde comienza a cuestionar cómo tenía que ser la educación de las mujeres. A su vez, por esos mismos años funda la Academia de Artes Plásticas.
Adela Zamudio o Soledad, cómo era su pseudónimo, fue perseguida por la Iglesia Católica por plantear y militar por la separación de la iglesia y el estado, el divorcio y el matrimonio civil. Por esto y por su pública e intensa vida dedicada a los derechos de las mujeres bolivianas y el pueblo boliviano es considerada una de las precursoras de las reformas feministas del continente.
Murió en 1928 dejando importantes lecciones para el movimiento feminista boliviano, a tal punto que el 11 de octubre es el día de la mujer en Bolivia en su honor.
Y es aquí donde se cruzan las historias de estas dos mujeres. La segunda protagonista de la columna Ojos Grandes es Lydia Guelier. Quién pasó a la historia cómo la primera presidenta en la historia de la república boliviana.
Lydia nace en Cochabamba en la segunda década del siglo XX, el 28 de agosto de 1921. También es una de las pocas mujeres que accede a la educación y logra obtener el título de contadora general. Luego de la Guerra del Chaco, en dónde se dedicó a escribir cartas de mujeres que necesitaban comunicarse con sus familiares y que no sabían escribir, se casa y se muda a Uruguay dónde tiene su única hija María Teresa.
Para 1942 ya separada y otra vez en Bolivia empieza a trabajar en un banco y a militar en el Movimiento Nacional Revolucionario. En 1951 participa de una muy importante huelga de hambre por la liberación de presos y presas políticas y por el pedido del líder del movimiento Víctor Paz Estenssoro, quien dos años más tarde y pasada la revolución se convertiría en presidente.
Lydia ocupa un lugar muy importante durante la revolución de 1952 desde lo ideológico y lo estratégico, es decir, desde preparar las armas para el combate hasta pensar la revolución. Una vez que Estenssoro es presidente, se le acusa de conspirar para matar al líder del Movimiento Nacional Revolucionario y es enviada a Alemania como secretaria del consulado.
Al regresa y funda el Partido Revolucionario de Izquierda Nacionalista, aunque luego de unos años vuelve a su partido. Desde la década del ´60 y también durante los ´70 es diputada y llega a ser, en el año 1978, la presidenta de la cámara de diputados.
En 1978 se orquesta y se lleva a cabo un golpe de estado, como en toda América Latina durante la década de los ´70, en Bolivia éste encontró mucha resistencia popular lo que obligó a los dictadores a nombrar a un presidenta interina, que va a ser Lydia Guelier. Ejerce un año la presidencia, dónde se pudieron ver muchas reivindicaciones en lo que respecta a los derechos sociales de Bolivia. Y justamente durante éste período es cuando Lydia declara el día de la mujer el 11 de octubre en honor a Adela Zamudio.
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