(por Edgardo Dapino)
A modo de intro
Después de unas largas vacaciones me propuse volver a escribir para la Mosquitera. Siempre interesado en contar temas históricos me senté frente a la compu y pensé: Agosto es el mes sanmartiniano, pero ya hice algunas notasdel libertador, así que pensemos en otra cosa ¡Agosto,agosto! Agosto se llama así por un capricho de quien fuera el primer emperador romano,Cayo César Octavio más conocido como César Augusto. Este, por no ser menos que su predecesor y padre adoptivo Julio César, quien al mesllamado quinctilisle puso en su propio honor Iulius (julio), al siguiente mes sextilis, Augusto lo llamó entonces Augustus(agosto)…Hagamos “historia”.
Todo nace de un error… pero no tanto.
Hace una punta de años, como seis mil años atrás, en la región del Medio Oriente llamada Mesopotamia,(lo que hoy es el destruido y saqueado Irak)los sacerdotes-astrólogos estudiaban entre otras cosas el cielo. Creían que el que se movíaalrededor de la tierra era el soly ese movimiento, que no era más que el giro de la tierra sobre su eje, determinaba el día. Y el movimiento del sol respecto de las estrellas determinaba el mes, pero en realidad no era más que latraslación de la tierra alrededor del sol.Todos los pueblos de la antigüedad, desde lo babilonios, egipcios, griegos y romanos tenían esa creencia. Creencia que fue abandonada cuando Copérnico y Galileo entre otros, demostraron el errorrecién en el Renacimiento, (s.XV – XVI).
El messe puede contar con bastante exactitud si se toma como parámetro las fases lunares, o sea el tiempo que le lleva a la Luna volver exactamente a la misma fase. El tiempo que transcurre entre luna nueva y luna nueva, al que se lo denomina “ciclo lunar,” es de aproximadamente 29,53 días. Así midieron el tiempo con el uso de calendarios lunares.
Los nombres y los días
Los sacerdotes-astrólogos al observar el cielo veían entre la tierra quieta, centro del universo y el fondo infinito estanco de las estrellas, siete objetos celestiales que giraban alrededor de la tierra. Eran nada más y nada menos que los astros que son visibles a simple vista desde nuestro planeta. A saber: la Luna, el Sol y los planetas Venus, Mercurio, Marte, Júpiter y Saturno.Creían que el tiempo en girar alrededor de la tierra considerando un punto fijo en el cielo, refería a la distancia o sea que el astro que lo hacía más lento (Saturno, 30 años) estaba más lejos y el más rápido estaba más cerca (Luna, un día). Siguiendo este orden su universo quedaba conformado de la siguiente manera: Saturno, Júpiter, Marte, Sol, Venus, Mercurio y Luna.
Por supuesto que para ellos estos cuerpos celestes eran dioses y formaban parte de su panteón. Saturno dios de la agricultura, Júpiter el padre de todos los dioses, Marte dios de la guerra, Sol antiguo dios principal de la vida y lo agrario, Venus la diosa del amor, Mercurio el dios del comercio y la Luna diosa de la virginidad y la naturaleza.
Los antiguos sacerdotes-astrólogos consideraban que cada hora del día era regida por uno de esos dioses y que el dios que rigiera la primera hora de ese día sería el dios que regiría al día completo y daría su nombre. Así colocaron en la primer horadel primer día a Saturno y lo llamaron dies Saturni,“día de Saturno” (Saturday en inglés), luego la segunda hora a Júpiter, la tercera a Marte y así sucesivamente de modo que la octava, la decimoquinta y la vigésimo segunda hora volvían a corresponder a Saturno, la 23 a Júpiter, la 24 y última a Marte. De ese modo la primera hora del segundo día correspondía al Sol y por lo tanto era el dies Soli, “día del Sol” (Sunday en inglés) y luego siguen sucesivamente el dies lunae, “día de la luna” (lunes); dies Martis, “día de Marte” (martes); dies Mercurii, “día de Mercurio”(miércoles); dies Jovis, “día de Júpiter” (jueves); dies Veneris, “día de Venus” (viernes). La septimana (semana) de siete días fue introducida en Roma por los legionarios que volvían muy adeptos a la astrología de los pueblos conquistados, luego de cumplir funciones en Medio Oriente, Egipto y Grecia. Esas costumbres y creencias por ser muy populares, con el trascurrir del tiempo se generalizaron y reemplazaron a la semana oficial de ocho días del calendario romano.
El espacio por ahora se terminó
¡Vecino! yo sabía que entre los tarifazos, los despidos, los ítems aula, el aumento del precio de los alimentos, el combustible, el bondi y tanta burrada, era este el tema que le preocupaba y no lo dejaba dormir. Por eso mismo lo invito a que no se pierda la segunda parte de esta importantísima nota en el próximo número de la Mosquitera.