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Con mucho esfuerzo estamos llegando a nuestro último número del año. Transitamos situaciones de esas que nos cambian, afirmamos los pies donde nos señaló el corazón y nos amparamos en los más queridos.Si pudiéramos tomar altura y ver todo el barrio en una sola mirada, o todo el país, o todo el planeta! Si pudiéramos ver nuestra época como un pedacito dentro de un lapso de 100 años… Quizás aún no se nos ocurre pensarlo, pero los últimos dos años nos han puesto en situaciones solo imaginadas en películas de ciencia ficción. Tal vez con el tiempo entendamos lo decisivo de esta época.
Nos damos cuenta que el mundo está al revés pero no sabemos qué podemos hacer. Ante eso cada uno va reaccionando como puede, con lo que tiene, con lo que trae. Desde La Mosquitera creemos que cada pequeña acción que hagamos en nuestro pequeño mundo que nos rodea… pues lo cambia. No soluciona todo ni mucho menos, pero seguro hay algo que se transforma. Y si hay un momento para eso, sin duda ese momento es ahora.
En este número continuamos con las crónicas del desierto que vendrá, con las desventuras de Gargamel que prometen 2022, algunas noticias que no retumbaron mucho, la audaz historieta, educadores que reflexionan sobre educación, poesía. Incluimos también algunas miradas sobre la pueblada en Chubut (otra más) y las novedades del tumulto que se siente del otro lado de la cordillera… parece que cuando las personas se manifiestan en las calles, las decisiones políticas se parecen más al interés común. Brindamos un agradecimiento especial a les artistas que colaboraron con nuestras tapas.
Y si tratamos de imaginar el 2022… no acertaremos pero… ¿cuáles serán esas cosas que nos harán sentir que “la vida nos besa en la boca”? ¿Qué nuevo amigue encontraremos? ¿y qué aprenderemos? ¿a dónde nos llevará eso? ¡Salud y hasta pronto!