Las enseñanzas del terremoto del 85
Entrevistamos a Cacho Narvarte de la Unión Vecinal del Barrio Paraguay. Nos cuenta un poco la historia y la situación actual del barrio.
El Barrio Paraguay se construye como resultado de la toma de 87 barrios después del terremoto del 85, lo que obliga al gobierno de entonces a la construcción de cerca de 30.000 viviendas en toda la provincia de Mendoza. Este proceso de lucha obligó a que viniera Víctor Martínez, vicepresidente en aquel entonces y Pérez Esquivel, quien vino a denunciar la represión policial a la gente que había ocupado los barrios.
Las viviendas otorgadas, en el Barrio Paraguay, 300, en un inicio, eran de una construcción pésima, un cuadrado de ladrillo con contrapiso y revoque grueso por adentro, no tenían cierres ni puertas, figuraba la entrega de cocinas, calefones y estufas y no había absolutamente nada de eso. Unos años después, 87 barrios denunciamos e hicimos renunciar a todo el Directorio del Instituto de la Vivienda por la gravedad de los vicios ocultos con que se entregaron las casas.
Incluso se tuvo que rediseñar el barrio porque se había hecho debajo de la línea de alta tensión de 135.000 voltios que pasa por arriba y que, aún después de modificado el diseño, ha dado lugar a, por lo menos, la muerte de 10 personas por cáncer.
En el plano original una manzana, la A, estaba destinada a cuestiones generales. Logramos la construcción del Centro Integrador Comunitario que tiene 450 mts cubiertos y que fue hecho por la cooperativa del Barrio Paraguay que estaba constituida por 8 hombres y 8 mujeres del Paraguay y del Amanecer. Después en las manzanas que habían sido dejadas como lotes, H y J, finalmente se construyeron casas con lo cual en este momento el barrio debe tener cerca de 340 casas y calculando que la mayoría son familias numerosas si bien no tengo la cifra exacta podríamos estar hablando de 2000 personas.
El problema principal del barrio es el de las cloacas ya que se desbordan permanentemente por la inyección de otros 3 ó 4 barrios circundantes que en lugar de llevarlos al colector principal los han hecho pasar por el Barrio Paraguay. En varias casas los líquidos cloacales afloran por los garajes. Además el agua potable muchas veces viene con arena. Corremos el peligro de que haya una infección muy grande, lo hemos advertido reiteradamente y nunca se ha tenido en cuenta. Las acequias que muy raramente se limpian, tienen pésimo sistema de desnivel, por lo tanto no discurren hacia un sistema de desagüe sino que quedan circulando en el barrio.
La situación del barrio en este momento es más o menos la situación general de la Argentina y de Mendoza, hay serios problemas de falta de trabajo y ello induce al asistencialismo. El asistencialismo conlleva dos problemas inescindibles que, son el acostumbramiento de la persona que lo recibe o la posibilidad de que se acostumbre y no aspire a valerse por sus propios medios y la utilización de ese asistencialismo de parte de los políticos tradicionales para transformarlo en clientelismo político. Es muy difícil con este panorama hacer un entramado social que permita el reclamo de los derechos que corresponden constitucional, social y políticamente.
Esta realidad da como resultado un desentendimiento de la participación de los vecinos en el reclamo general, que es la única forma que, quienes gobiernan en los distintos turnos entienden y acepten que deben dar respuesta a los reclamos sociales y populares.