Ángel, Anahí, Juan Pablo y Marli nos cuentan la experiencia de esta Caravana por la paz y la restauración de la madre tierra. La Caravana, iniciada a finales del 2016 y puesta en marcha el verano 2017 con un extenso recorrido por el sur de Chile, prosigue ahora su marcha, desde Chile a México en lo que llamamos El Gran Viaje: “del Cóndor al Águila”.
“Vamos religando con muchos corazones. El tiempo histórico nos propone dar lo mejor de nosotros mismos y re encauzar la vida a su más alto potencial, por el bien de todos los seres, estando atentos al surgimiento de la nueva humanidad. Vamos abriendo portales de luz en cada paso del Planeta”.
“Cada energía nos va llevando a tomar las decisiones de cuánto tiempo quedarnos en cada lugar, para conocer las realidades, para escuchar a las personas que vamos cruzando en el camino. Estamos de pasar a la palabra a la acción. Hay mucha gente que estamos vibrando con el planeta, esta caravana queremos que se llene de distintas lenguas, colores, formas, cantos… hoy somos españoles, australianos, chilenos… ¡seguramente se sumarán de Argentina!”
En su camino van contactando con centros culturales, grupos de producción orgánica, de protección de semillas, radios comunitarias, pueblos ancestrales, la mirada sobre al naturaleza… Un camino que promueve mirar para adentro, para los costados, para adelante, para el cielo.
Ofrecen muchos talleres, terapias, conversatorios, y este sábado harán un Festival Caravanero, con música, artesanías, cantos sagrados, entre muchas otras actividades que promueven la escucha y la invitación a la peregrinación y pensamientos altruistas para revertir los sufrimientos de la madre tierra y de la humanidad toda. “Queremos escuchar las propuestas; estamos tejiendo redes, estamos vinculados, somos una tribu gigante y queremos compartir estas nuevas buenas. Hay una nueva percepción del mundo, queremos ayudar a despertar esa conciencia, y llamar a la acción local. Por eso vamos por el territorio”.