La música como espacio de encuentro, de lucha, de arte y de identidad. Con esa premisa, la orquesta Carmesí Tango, integrada íntegramente por mujeres, se presenta esta noche en Mendoza como parte de un nuevo ciclo de milongas en el local Rumbar, en la Alameda. La flautista Eliana Condorí, una de sus integrantes, dialogó con La Mosquitera FM 88.1 sobre el nacimiento del grupo, los desafíos de la música independiente y el valor de compartir la pasión por el tango desde una perspectiva colectiva y femenina.
“Carmesí Tango es un proyecto que se fue gestando a lo largo de varios años. Nació de la mano de Roxana Palomo (pianista) y Miriam Dos Angelo (cellista), quienes integraban un trío junto a otra flautista. Yo me sumé hace unos dos años, y poco a poco fuimos ampliando la formación hasta llegar al ensamble que somos hoy”, contó Condorí.
Actualmente, la orquesta está compuesta por flauta, cello, contrabajo, piano, bandoneón y voz. La cantante Anabel Molina se incorporó el año pasado, aunque ya había colaborado previamente con el trío inicial. El grupo se encuentra en pleno proceso de consolidación, profundizando su vínculo musical y posicionándose dentro del circuito tanguero local.
Maternidad, docencia y pasión musical
Más allá de lo artístico, Carmesí Tango también se constituye como un espacio de contención y afinidad entre mujeres que comparten múltiples roles. “Todas somos músicas profesionales, pero también docentes, madres, trabajadoras. Ensayamos muchas veces con niños alrededor, entendemos lo que implica ser mujer y sostener un proyecto artístico en este contexto”, explicó Eliana.
Esta conexión humana y cotidiana es parte esencial del espíritu del ensamble. “Nos une no solo la música, sino la vida. Encontrarnos desde ese lugar también es muy poderoso”, remarcó.
Una milonga para compartir
La presentación de esta noche en Rumbar (Av. San Martín 1823) será la apertura de un nuevo ciclo de milongas. El evento comenzará a las 20:00 con una clase de tango abierta al público, seguida del show de Carmesí Tango a las 22:00 y la participación de un DJ para cerrar la velada. La entrada tiene un valor de 4.000 pesos.
“Estamos muy felices de poder ser parte de este ciclo. Invitamos a todos y todas a que se acerquen, a que bailen, escuchen, compartan. La música en vivo sigue siendo una experiencia única, más aún cuando se hace desde el corazón”, concluyó Condorí.