La economía va muy bien, sin embargo siguen cerrando fábricas, talleres, comercios… así también aumenta la carne, la nafta, la electricidad, el gas, pero la inflación es baja, un éxito! Nuestro corresponsal estuvo en la Fábrica “Gonzalo” que luego de más de 60 años de funcionamiento ha decidido bajar las persianas, más de 25 trabajadores se han quedado sin su fuente laboral y aún no perciben el sueldo de noviembre.
Escuchamos lo que tenía para decirnos Luis Artorio, uno de los trabajadores más viejos del lugar y principales afectados: “…Sí, aquí he pasado la vida. Y bueno, nos encontramos en esta situación lamentable. Nos han dejado en la calle de una manera muy cruel, muy desagradable, con un whatsApp… domingo 14.30 aproximadamente nos llegó el telegrama… El dueño no apareció, no ha aparecido nadie. Apareció un abogado días después porque nos habían dado el número de él. Pero nada que fuese algo esperanzador porque no hemos tenido más que un solo contacto con él. No lo hemos podido contactar al dueño, no ha aparecido nadie. Situaciones muy raras, muy raras y muy complicadas.”
Entre tanta incertidumbre parece que les ofrecen el inmueble en pago de las indemnizaciones: “… El inmueble que ofrecen ellos para que nosotros nos cobremos la indemnización, que es en principio el mensaje, pero esto no alcanza para 25 personas con la antigüedad que tenemos todos, y acá es el salón comercial… acá está el negocio y está el fondo, nosotros fraccionábamos los productos, llegaba acá a Granel y nosotros fraccionábamos todos los productos, y a la vuelta, por calle Maza, teníamos la elaboración de la papa frita.”
Luego habló Alejandra Pérez: “…Toda una vida arranqué a los 19, tengo 49, 30 años, yo empecé con Don Gonzalo, con el viejo le decimos acá en el barrio. Hombre de ley, derecho, como él solo, lástima que sus hijos y sus nietos no siguieron la misma línea y la misma decencia de ese hombre…Porque, a ver, ellos nos trataron, no te sabría decir bien un calificativo, pero la verdad que una falta de respeto para todos, porque acá todos tenemos 30 años, creo que el que menos tiene, tiene un año y medio, pero todos nos pusimos la camiseta…” También se enteró de la peor manera: “…un día domingo a las 2 de la tarde, cuando uno está en familia, descansando, por mensaje de texto, porque ni siquiera tuvo la decencia de llamarnos a hacer una reunión… de llamarnos y así como hacía reuniones para decirnos que lo ayudáramos en la empresa, … que si podíamos esperarlo para hacernos los pagos, porque para pagarnos el sueldo en dos o tres veces, para eso sí fue hablarnos, pero no para enfrentarnos como deberíamos.”