En la columna económica de Sabrina Cereda ahondando en este tema del que nos viene generando tanta tensiones a nivel país: el Lawfare.
En este sentido, Sabrina expresó: “Quisiera comenzar desarticulando ciertas lógicas que he oído en estos días en los medios de comunicación mendocinos, respecto al tema de la supuesta idea maliciosa (entre comillas) de unir -según los criterios de algunos periodistas- las prácticas de la derecha opositora, los medios de comunicación y la justicia. Y esto de pensar -o de plantar- que el Lawfare es una especie de teoría conspirativa”.
En este sentido, Sabrina manifestó que son históricos los vínculos de los medios de comunicación con el poder, y la basta producción teórica al respecto y la historia que lo atestigua, hacen imposible negar esos vínculos.
“Respecto al tema de si el Lawfare es una teoría conspirativa, la realidad es que está muy lejos de serlo. Pues es una teoría militar. Ahora la pregunta que nos cabe en este contexto es ¿Por qué estamos hablando de teorías militares en un contexto político, judicial y mediático? La respuesta es que las naciones que tienen un modelo de país a futuro, por lo general, vinculan su modelo económico, su visión o proyecto -hacia donde se dirige el país- a la política exterior, y por lo tanto también, a su política en materia de defensa”, explicó Sabrina y ejemplificó: “Si nosotros analizamos a EEUU, podemos ver que sus intereses económicos están íntimamente ligados a su política exterior, y por lo tanto, esa política exterior a su política en materia de defensa. En los últimos 20 años -por no hablar desde mucho antes- hemos visto como EEUU avanzó militarmente sobre Medio Oriente por los recursos energéticos que hay en este lugar del planeta. Es decir, que sus intereses económicos están ligados a su política exterior bélica, y por lo tanto, al ámbito de su defensa nacional”.
Por eso hablamos de teorías militares cuando hablamos de política y por ende de medios de comunicación, referenció en su análisis y avanzó sobre cómo ésto impacta en América Latina: “Bueno como EEUU tiene intereses económicos en Medio Oriente, también los tiene en la Región, que la considera su plataforma hegemónica, es su espacio de influencia, es lo que el considera “su continente”, por lo tanto sus intereses económicos y su política exterior por supuesto estarán ligados al ámbito de la defensa y van ha ser ejercidos sobre la región, desde el Río Bravo hasta la Antártida”.
Afirmó al decir: “En el caso del Lawfare, es una guerra judicial, es decir, un ataque que se lleva a cabo mediante herramientas jurídicas, mediante la justicia, y que tiene por objetivo alejar del escenario político a líderes incómodos para los intereses extranjeros, por lo que se traduce en persecución política y deslegitimación mediática”.
Cereda explicó que el Lawfare, es una teoría militar china, que surge en 1999 a partir de concepto de guerra irrestricta, sin límites, que se da por cualquier tipo de medio y que es integrada a la doctrina militar norteamericana a partir de 2001. “Es importante destacar que previo a 2001, es decir, previo a que EEUU desarrolle el concepto de Lawfare, específicamente en el año 1989, ya había comenzado a desarrollar nuevas teorías como la Guerra de Cuarta Generación, donde también propone el desarrollo de los conflictos en otros espacios que no son los específicamente militares, es decir, convencionales, sino que la guerra se comenzará a desarrollar en otros ámbitos no convencionales, como lo es en el caso del Lawfare: en el ámbito judicial y mediático”.
“Esta idea de trasladar la guerra a otros espacios se propone frente a la amenaza nuclear. Es decir, frente a imposibilidad de llevar a cabo una guerra convencional que sería de carácter nuclear, que es la incertidumbre que tenemos hoy precisamente frente a la guerra. Los enfrentamientos ahora pasan a darse en otros espacios y de otras maneras según la teoría de Cuarta Generación que hoy ya es de quinta”, comentó Sabrina y agregó: “Esta teoría propone aprovechar las vulnerabilidades del oponente para destruirlo desde adentro. Una de las formas de hacerlo es lograr que la sociedad del territorio enemigo apoye mis intereses, ¿cómo lo logro? controlando o influenciando su cultura (así lo llamaron los estadounidenses) pero que yo lo denomino, ámbito simbólico. Es decir, este espacio donde circula la información a partir de la cual yo construyo el mundo que me rodea, la realidad; un espacio a partir del cual se forma la opinión publica y las representaciones del mundo a partir del acceso a diferentes fuentes y espacios de información, que pueden ser medios de comunicación y redes sociales”.
Pero volcinedo a uno de los elementos que lo conforman, es ineludible hablar de los medios de comunicación…. “que para que puede funcionar el Lawfare necesita del ámbito judicial, pero también de la colaboración orquestada de los medios de comunicación y redes sociales. En este marco tiene un comportamiento en red y lo que busca es convencer a la sociedad acerca de que este proceso es legal, combate la corrupción, y en el caso de Argentina, de que el kirchnerismo no es un partido político y forma aparte de la alianza oficial, sino un grupo de gente que busca robarle al Estado o quedarse con esos recursos; cuando en realidad fue durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri cuando se fugaron 86.000 millones de dólares”.
En su análisis, Sabrina dijo que “en este contexto la guerra psicológica se define como una serie de herramientas propagandísticas y psicológicas donde interviene la influencia de las emociones que busca direccionar la opinión publica, y también la guerra cognitiva, que se centra en aprovechar las vulnerabilidades del cerebro humano a la hora de acceder a la información, pues la nuevas tecnológicas no solo son demasiado rápidas para nuestras capacidades, sino también manejan una sobre carga de información que nuestro cerebro se ve obligado a seleccionar y lo hace de acuerdo a sesgos individuales que van a depender de las experiencias que hemos tenido en nuestra vida (para describirlo de forma sencilla) y que se va a ver complejizado en las redes sociales, donde a través de los algoritmos, nuestra experiencia es selectiva, es decir, nos muestra lo que queremos, necesitamos ver, de acuerdo a nuestros intereses y preferencias, por lo que reafirmamos nuestros sesgos y formas de ver el mundo”.
“Ahora las Fake News, la desinformación, las construcciones peyorativas en torno a ciertas figuras forman parte de estos procesos de guerra psicológica, cognitiva y del Lawfare, como el caso de Cristina Fernández; Rafael Correa que se lo culpó de influjo psíquico; Dilma Rousseff que se la logra destituir mediante un impeachment creado por Lawfare; y Lula Da Silva que buscaron sacarlo del juego político en el marco de las pasadas elecciones donde ganó Bolsonaro”, comentó Sabrina y agregó: “En este contexto lo que se busca es sacar del escenario político a lideres incómodos que no benefician los intereses económicos de EEUU o de otros poderes trasnacionales”.
“El accionar de los medios de comunicación en un contexto de Lawfare por supuesto que refuerzan los discursos de odio, en este caso contra una figura en particular, que en el caso de Argentina es la vice presidenta Cristina Fernández… Es preocupante, pero esperable en este contexto, la reacción de algunos sectores de la sociedad y de políticos opositores que minimizan un hecho de extrema gravedad, como ha sido la consecuencia de todo este proceso, que es el intento de magnicidio de la vice presidenta. Porque está dando señales de alarma respecto a las terribles consecuencias que esto puede traer para la convivencia y tolerancia política, y nuestra democracia”, reflexionó.
Para concluir quiero encender una luz en tanta oscuridad, Sabrina compartió: “El hecho de preguntarnos si lo podemos solucionar, que si podemos hacer lago respecto al tema. Claro que si. Pienso que desde la educación mediática critica podemos robustecer cognitivamente a nuestra sociedad, para que desarrollen una visión critica a la hora de enfrentarse a la desinformación, a la hora de seleccionar información de calidad, aportar herramientas que sirvan a la hora de representarnos la realidad y que sirvan también a la hora de expresarnos en las redes como prosumidores de estos espacios y que permitan detectar estos procesos”.
“Ahora desde dónde? Desde espacios como La Mosquitera que son espacios contra hegemónicos y propicio para plantear y reflexionar sobre estos temas, desde las universidades, desde los colegios etc… Espero que como sociedad podamos avanzar en estos temas para beneficio de todos, de nuestra democracia y soberanía”, concluyó.