Conocemos a un escritor mendocino reconocido recientemente por una obra emergente en cuanto a su puesta en escena y su origen, una pieza teatral crítica llamada “Sirenas” por el escritor y poeta Gabriel Jiménez.
Una puesta en escena diferente viene de la mano de Gabriel Jiménez, escritor mendocino, vinculado a la poesía, destacado por una escritura con contenido crítico y social, jugando con la ironía y el humor. Algunas de sus publicaciones son el libro de poemas “Vidrio Molido” (2009), “Coso” (2013) y “Motín” (2015). Para conocerlo más, desde la columna radial de la Biblioteca Popular La Mosquitera, le consultamos por su búsqueda dentro de los géneros literarios.
“En relación a si me identifico con algún género literario, a mí no me sucede eso… va cambiando de acuerdo al momento y a la búsqueda en la que me encuentre; si bien he publicado algunos libros de poesía o cuentos, o relatos, también tengo incursiones en el periodismo”, expresó Gabriel y precisó: “El ensayo es un género que actualmente me parece muy atractivo y dentro del cual estoy dando algunas vueltas y la dramaturgia también es algo que vengo investigando; No me quedo dentro de un género sino que trato de moverme dentro de la escritura, escribo justamente por eso, porque me tengo que estar moviendo todo el tiempo”.
Entre sus obras más recientes se destaca “Sirenas”, opera prima en el género dramático con alto contenido crítico que resultó ganadora del concurso del Teatro Nacional Cervantes (TNC), la cual se podrá ver próximamente en el canal de YouTube del TNC gracias a su puesta en escena en articulación con el Instituto Nacional del Teatro. La obra fue filmada respetando el código de lo que implica una puesta en escena teatral para que pueda apreciarse en el formato online, de acuerdo a las posibilidades determinadas en el marco de la pandemia que nos atraviesa a nivel mundial. Además, formará parte de un festival a realizarse en México.
“Sirenas es la primera obra de teatro que escribo y que doy a conocer; Es una obra que está anclada en una especie de hiperrealismo, en un escenario que es un supermercado mendocino donde empiezan a suceder algunas cosas y los personajes se empiezan a vincular de algún modo con el poder que pueden adquirir o perder dentro de ese supermercado; un supermercado muy conocido en la provincia, tristemente célebre por las políticas que aplica con sus empleados y que no conviene”, nos adelanta el escritor.
La mirada crítica dándoles escena a las sirenas que denuncian, que despiertan, que dicen lo que se calla con las herramientas del teatro. “La idea es seguir experimentando en dramaturgia, haciendo cursos y leyendo bastante, y metiéndome más en este mundo en la medida que puedo, y hay algunas cosas por salir, viendo qué rumbo encuentran. El género que me está seduciendo un poco más ahora es el ensayo, estoy basando algunas cosas por ese lado, estoy un poco alejado en cuanto a la escena pero más activo en cuanto a la producción”, nos comparte Gabriel junto con el relato en su propia voz de su escrito “Consejo de mi abuela para lavar las ollas quemadas”:
No insista en fregar lo que no sale.
Nada se saca con furia, ni se limpia con fuerza.
Los cuidados siempre son sutiles;
Es inútil cualquier intento de quitar lo que el fuego tiñó de negro.
No hay químicos ni productos tan fuertes como sus publicidades.
Es engañoso querer volver al cero.
Hay que dejar los cacharros al sol, que el tiempo seque las costras.
Las heridas cicatrizan solas y lo que sobra cae por su propio peso”.
Compartimos la columna completa de la Biblioteca Popular La Mosquitera.