En Comunicación con Sabrina Belén Cereda – Lic. en Comunicación Social (UNCuyo), Diplomada en Comunicación y Defensa Nacional (UNDEF), periodista y analista internacional-, nos metemos en el conflicto que tiene en vilo al mundo, y cómo nos encuentra desde esta porción del planeta.
“La tensión entre Rusia y Ucrania es importante de tratar porque son uno de los centros de la geopolítica actual porque estamos en un proceso de transición hegemónico donde la reestructuración de esas fuerzas y la redistribución de esas áreas de influencia son cruciales”, introdujo Sabrina sobre la compleja trama política internacional, y además expresó sobre la guerra psicológica mediática desatada en el tratamiento de la misma de acuerdo a los intereses político-militares del contexto que juegan su papel en una “guerra de quinta generación”.
“La prensa occidental empezó a publicar información de Inteligencia norteamericana donde aseguraba que Putin había desplegado 70000 soldados a la frontera y que por esta razón pensaba invadir Ucrania. ¿Cuál es la verdad de esta situación? Los soldados sí fueron desplegados pero en este contexto Rusia tiene el poder soberano de hacerlo”, explicó Sabrina y agregó: “Ese despliegue se utilizó para decir que Rusia quería invadir Ucrania pero es una mentira…así se genera un hecho detonante y luego está el uso mediático para justificar un aprovechamiento político de esa situación; en este sentido, los medios de comunicación son soldados, es decir, son parte de esa estructura”.
Escuchá la entrevista completa en el siguiente enlace:
En su blog personal, Sabrina compartió detalles de su análisis, que muy gentilmente compartió con La Mosquitera:
Para poder comprender lo que ocurre, tenemos que tener en cuenta dos aspectos: el primero entender que estamos viviendo un contexto de transición hegemónica, donde la reestructuración de fuerzas y sobre todo la distribución de áreas de influencia es crucial; y el segundo que el conflicto Ruso- Ucraniano no es algo nuevo, pues el 2013 el presidente Vicktor Yanukovich quiso unirse a la Unión Europea, y luego al no firmar el acuerdo, sufrió un golpe de estado que desembocó en la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea y el conflicto al sureste de Ucrania, en Dombas, entre las fuerzas separatistas de Donetsk y Lugansk y el ejercito ucraniano.
Crisis 2022
La tensión entre Rusia y Ucrania se reavivó producto de la publicación de la prensa occidental de información de inteligencia norteamericana, que aseguraba que el presidente ruso, Vladimir Putin, había desplegado 70 mil soldados en la frontera, razón por la cual buscaba “invadir Ucrania”. Si bien las tropas habían sido desplegadas en la zona, el Kremlin aclaró que Rusia no invadiría, que no iba a iniciar la guerra y que fue un despliegue de fuerzas, como cualquier país lo hace dentro de su territorio.
Desde entonces EEUU y la prensa occidental continúan difundiendo información falsa en la que afirman que Putin invadirá Ucrania. Tal es así que hasta publicaron una fecha de la supuesta acción militar, la misma se realizaría el pasado 16 de febrero. Hecho que nunca ocurrió.
Pese a las negociaciones entre ambas potencias, la tensión siguió en aumento, y durante el fin de semana se registraron bombardeos desde Ucrania a Dombas y viceversa. En la actualidad los ataques persisten.
Ejes de las negociaciones
Desde el año 2007, Vladimir Putin advierte el avance de la OTAN sobre su frontera, pues luego de la caída de la URSS y el Pacto de Varsovia, la OTAN anexó a varios de los países de Europa del este a sus filas, pertenecientes otrora a la Unión Soviética, entre ellas las repúblicas del báltico: Letonia, Lituania, Estonia.
La adhesión de Ucrania a la OTAN representa una amenaza a la seguridad rusa, pues en caso de que EEUU arme con bombas nucleares a Ucrania, frente a un posible ataque, Rusia no tendría tiempo de reacción.
Por esta razón Rusia pide garantías de seguridad a EEUU, mientras que este ultimo se niega darlas argumentando que Ucrania tiene el derecho y la libertad de unirse a la OTAN.
La situación se complejizó aún más, después de los dichos del presidente Ucraniano Volodimir Zelenski, quien en el marco de la Conferencia de Seguridad de Munich, planteó que renunciaría al Memorandum de Budapest, un documento que garantiza que Ucrania renuncia al legado nuclear militar que se encontraba en su territorio durante su pertenencía a la URSS. Por lo que se sospecha que los temores rusos son ciertos: EEUU planea armar nuclearmente a Ucrania.
La solución diplomática que todos esperamos
El 24 de febrero se reunirán el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken y el canciller ruso Serguei Lavrov, para intentar una solución que logre garantías de seguridad. El presidente Emmanuel Macron llamó tanto a Biden como a Putin para coordinar una reunión bilateral. Biden aseguró que asistirá si Rusia no invade Ucrania antes; y Putin dijo que es muy prematuro para confirmar la reunión.
Mientras tanto los enfrentamientos en Dombas continúan, entre las fuerzas ucranianas y pro rusas, al tiempo que Polonia anunció el inicio de maniobras de soldados de EEUU cerca de la frontera con Ucrania. Asimismo hoy habrá una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Ruso y las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk solicitan al Kremlin el reconocimiento de su independencia.
Consecuencias económicas y la lucha por el gas
Producto de la campaña de noticias falsas (Guerra psicológica-mediática) difundidas desde occidente, Ucrania ha sufrido pérdidas por 12.000 millones de dólares, además de la huida de capital e inversores del país.
También ha recibo una asistencia militar de la OTAN de 300 millones, como así mismo 4.000 millones de euros en ayuda financiera de la Unión Europea, EEUU, Canadá y hasta Japón.
Esta situación ha sumergido al país en una estrepitosa deuda y donde el único ganador ha sido la industria armamentista estadounidense y el sector financiero.
Las intenciones de EEUU
Las causas de este conflicto no son solo políticas y de seguridad, también lo son económicas y están vinculadas al control de gas.
El Nord Stream 2, es un gasoducto que intenta proveer gas a Europa desde Rusia a Alemania y pasa por el mar báltico. Pero Ucrania, una vez puesto en funcionamiento el gasoducto, no podrá cobrar por el paso de gas por su territorio el equivalente al 3% de su PBI.
Además el Nord Stream 2 no es la única opción. Ucrania es el segundo país con mayores reservas de gas después de Rusia, y este recurso es de crucial importancia para EEUU, quien se niega a que Rusia sea el proveedor de gas a Europa y espera, seguramente, luego del conflicto, controlar el gas ucraniano.
Guerra de quinta generación
El nivel tecnológico en el ámbito de la defensa es muy alto y desde la segunda guerra mundial hay un arma que por su peligrosidad funciona como disuasoria de la intención de las potencias de volver a enfrentamientos de alta intensidad, esa arma es la bomba nuclear. Por lo que los países, y más en este contexto de transición hegemónica, han buscado otras formas de enfrentarse, porque cualquier enfrentamiento estatal llevará a una guerra nuclear. Acá es donde surge la cuarta generación de la guerra, a partir de la cual los conflictos son no convencionales, aparecen otros actores que no son estatales, y en ellos hay una fuerte participación mediática, pues el ámbito simbólico, se convierte en un espacio en disputa.
En el aumento de la tensión de la Crisis Rusa- Ucraniana hemos visto una amplia participación de los medios de comunicación occidentales difundiendo noticias falsas. Las guerras posmodernas están atravesadas por la participación de los medios, estos son participes de los procesos, forman parte de la guerra, son un soldado más en el escenario, porque el ámbito simbólico -que es donde la información circula- es un espacio en disputa, es una lucha por la opinión pública. Esto es lo que se denominó Guerra de 4ta generación y que hoy se llama Guerra de 5ta generación.
El conflicto en Dombas adopta dos características claves de la 5ta Generación: la Guerra Híbrida, un conflicto no convencional con fuerzas disimiles (milicias pro rusas y el ejército ucraniano) que incluye otros elementos como la guerra psicológica mediática, cuya influencia en la opinión publica permite justificar el accionar militar. Asimismo podemos ver rasgos de guerra proxi o subsidiaria, dentro de la cual ambas potencias utilizan una guerra civil, financiando y apoyando a sus diferentes partes, para enfrentarse indirectamente en un territorio que no le es propio.
Diferentes escenarios posibles
Tenemos tres posibles escenarios a futuro: el primero es que se llegue a un acuerdo mediante la diplomacia, eso es lo que todos esperamos, la resolución pacífica de los conflictos. Un segundo escenario que implica que el conflicto continúe, al estilo del 2013-2014 y que avance al estilo Sirio. Y finalmente el escenario que esperamos que no ocurra y que nadie espera que suceda, que es una guerra nuclear entre potencias.
Fuente: https://sabrinacereda.blogspot.com/