Trabajadores y trabajadoras contratistas de la zona Este, se movilizaron esta mañana hacia el Nudo Vial para exigir mejoras salariales. Afirman que la actividad ya no es rentable y que muchas familias sobreviven con ingresos que no alcanzan ni para cubrir la alimentación básica.
En plena temporada de cosecha fina —cereza, durazno y tareas de desbrote en viñedos— un grupo de contratistas de la zona Este marchó este martes hacia el Nudo Vial en Mendoza. Los manifestantes reclamaron una actualización urgente del pago por hectárea y denunciaron las condiciones críticas del sector.
“Ya estamos muy por debajo de la indigencia”
El referente entrevistado señaló que la situación de los contratistas de viña llegó a un punto límite:
“No es que hayamos tocado fondo: ya estamos muy por debajo de lo que es la indigencia. Esta necesidad nos obliga a salir a la calle, aunque no nos gusta”.
Los contratistas explican que, pese a trabajar de sol a sol y asumir las tareas más pesadas del mantenimiento de fincas y viñedos, sus ingresos no alcanzan para sostener una alimentación básica para sus familias.
El reclamo: 60 mil pesos por hectárea
El sector exige un pago mínimo de 60.000 pesos brutos por hectárea, monto que consideran insuficiente, pero al menos un punto de partida para sobrellevar la crisis.
“Si tenés seis hectáreas necesitás mínimo dos personas trabajando. Y si tenés diez, ya son tres o cuatro. Cuando repartís esa mensualidad, no alcanza para nada”.
Describen escenas cotidianas de profunda precariedad:
- Familias que recortan comidas.
- Hijos que no pueden estudiar.
- Jóvenes que abandonan el trabajo rural por falta de futuro.
“Nuestros hijos están marginados. No tienen futuro en la viña porque no es rentable. Y eso hace que la generación que sigue abandone la finca”.
Crisis climática: entre granizo, heladas y falta de respaldo
Los contratistas también hablaron sobre contingencias como heladas, vientos fuertes y granizo, que año a año destruyen la producción.
Si bien muchos productores cuestionaron la eliminación de la lucha antigranizo, el contratista entrevistado se mostró escéptico:
“Yo ya no creo en la lucha antigranizo. La he vivido toda la vida. Con lucha o sin lucha, igual hemos perdido el 100% algunas temporadas”.
El entrevistado sostuvo que esos fondos deberían reorientarse a energías renovables y programas que incluyan a contratistas, quienes quedan fuera de casi todos los subsidios estatales.
Sin acceso a la tierra: “Hace tres generaciones que no podemos comprar ni una hectárea”
Los contratistas describen una realidad estructural: trabajan la tierra desde hace generaciones, pero nunca acceden a la propiedad.
“No podés llegar ni a cubrir necesidades básicas, menos a comprar tierra. Las bodegas pagan a un año y la inflación se come todo”.
Señalan que el precio de la uva cae, el vino baja, y los pagos se estiran hasta 12 meses, a veces hasta 2026, haciendo imposible capitalizarse.
La carga impositiva: “Los impuestos nos matan”
El sector denunció que paga impuestos que consideran desproporcionados:
- Impuesto al tacho: más de $1.100 por quintal.
- Ingresos Brutos y Ganancias, incluso para contratistas de pequeños productores.
“Pagamos impuestos como cualquier empresa grande, pero sin el respaldo que tienen ellos. Nunca vuelve a nosotros lo que pagamos”.
Reclaman que el presupuesto provincial incorpore por primera vez un fondo específico para contratistas, ya que sostienen buena parte de la producción primaria.
Una movilización difícil: trabajo, enojo y organización incipiente
La convocatoria fue parcial, en parte porque los contratistas están en plena temporada de trabajo y no pueden dejar las fincas sin afectar la producción.
Aun así, los presentes aseguraron que hay mucha bronca acumulada y que recién comienza un proceso de reorganización del sector.
“Los trabajadores son quienes hacen girar la economía. Si deciden no levantar la uva, no hay vino, no hay Malbec, no hay exportación. No podemos seguir siendo los últimos de la cadena”.
Los manifestantes evaluaban marchar hacia la Secretaría de Trabajo y luego hacia Casa de Gobierno.
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La Mosquitera La Mosquitera, Comunicación Popular