COLUMNA BIBLIOTECA POPULAR LA MOSQUITERA 29/07/2021
Esta semana volvemos con la columna de la Biblioteca Popular La Mosquitera con otra de las propuestas que forman parte de nuestro espacio. Sumándose a un apartado de libros redactados por escritoras y escritores mendocines, la propuesta viene de la pluma de Carmela Hernández Manson (CHM) con su libro “Cuentos de CHM”.
Carmela ha publicado numerosas obras, entre ellas: “Verde morada”, “Más allá de los pórticos”, “Sobre espirales de humo”, “Levanté con palabras una torre”, “Zumo”, “La suma de los vientos”, “Acaso… un encuentro”, entre otras.
El libro “Cuentos de CHM” cuenta con 12 cuentos e ilustraciones del artista plástico Chipo Céspedes; publicado en 1985 por la editorial INCA.
En su prólogo las palabras de la autora remiten un poema de su obra anterior “Verde Morada” donde expresa “siempre hay en mí un dejo de nostalgia que a veces se transmuta en esperanza”, y esa es justamente la resumida sensación de lo que produce la lectura de cada uno de estos 12 cuentos, que en el detalle de las acciones que desarrollan los personajes nos llevan a entrar vertiginosamente a un vaivén de emociones con finales para nada previsibles.
Conocer a la autora por lo que expresa en el libro Luisa Arrigoni de Allamand (prologuista) que refiere al tono de la creación de la autora que “trasunta el moderado pesimismo de su actitud romántica frente a la realidad, un descontento como estímulo para desasirse en busca de una unidad que no está aquí; ( …) a veces resuena la angustia existencial, la conciencia de la nada, desprendiéndose la escritura de lo anecdótico y descriptivo” .
Un poco más sobre este libro se describe de la siguiente manera: “pretende mantener viva, siempre despierta la atención, narrando una acción sorprendente de tal modo que impresione como real, presentando casos que revelan su propia concepción sobre la naturaleza fantástica y a veces absurda de la realidad. Absurdo que, a menudo, desemboca en lo trágico, en la muerte”.
También a modo de prólogo Carmela expresa en su libro: “Uno debe vivir tal como piensa (tal vez es bueno ser una creatura pensante), aunque a veces desnivele nuestro ritmo; pero en esa distonía descubrimos el abismo y un gran impulso nos obliga desde el fondo a ascender por el cono ámbar hacia la cima”. Y termina su obra con un apartado llamado “Sensaciones”, donde expresa: “La salvación es transgredir el plano físico, saltar al espiritual tomando éste el dominio del ser material para alcanzar así la verdadera Libertad. Asociando ambos planos se logra la unidad”.