DE SINDICATOS Y TRABAJADOR@S

Por Luisa Alvarez

“Emplearse en lo estéril, cuando se puede hacer lo útil

Ocuparse en lo fácil cuando se tienen bríos para intentar lo

Difícil. Es despojar de dignidad al talento”

José Martí

En general, la idea fuerza que sobrevuela muchos pensamientos como sociedad, es que siempre es importante pertenecer al primer mundo, a aquel mundo viejo, culto, lindo y bueno. Lo que no nos dicen es que todo aquello que se considera tuto, feo y caca, también viene heredado de ese mundo tan sabio. Así vamos a tener que enterarnos, nos guste o no, que la organización de los trabajadores nos viene heredada de aquellas antiguas luchas de obreros de la Europa Capitalista, de las situaciones de posguerra abusivas y tristes que se dieron en aquel primer mundo.

Nacieron los movimientos de obrerxs, los movimientos sindicales, de los riñones de un sistema  que le comía el riñón a quienes producían: lxs laburantes, lxs obrerxs. Las condiciones de trabajo eran tan extremas, tanto, que lxs trabajadores pensaron que la lucha y hasta la muerte valían más que seguir así. Se animaron y perdieron el miedo, se agruparon y lucharon. De esa desesperación y de ese convencimiento, surge la agremiación con otros humanxs trabajadores. Así como el migrante cruza la mar a nado, a costo de perder su vida, así pusieron el pecho aquellxs primeros laburantes. Corrió sangre, sí, claro que sí. Se perdieron vidas también. Lxs trabajadores entendieron que si en todo el mundo no estaban unidos, serían derrotados. Esta unión mundial de trabajadorxs se llamó la Internacional, surgió por el 1800 en Londres. Sí, en Londres, donde nacieron los Beatles, fue de esa porción del primer mundo donde se acunó la idea fundamental que lxs laburantes, debían estar siempre unidos, tirando para el mismo lado y en todo el universo. Esa sí, es una idea digna del primer mundo ¿no? Pero la lucha por las mejoras y la unión de lxs laburantes, no es fácil de sostener, y ese primer postulado, fracasó, una, dos, tres y así hasta hoy. Antaño estas luchas fueron dadas por trabajadorxs que piensan y sostienen, que quien trabaja muchas horas con el lomo doblado para sostener un sistema, merece que ese sistema piense en su bienestar, considere que él es parte fundamental de esa estructura y lo cuide y lo bienquiera. Otra idea buena ¿no? Todas estas luchas dieron sus frutos y casi todos los derechos, de los que usted, hoy lector/a, goza, vienen de ahí, de ese trabajo que estuvo muy mal visto, y tuvo resistencias de todo tipo.

Ahora bien, las maneras de construir una vida mejor para lxs trabajadorxs, ha tenido y tiene sus vaivenes por momentos graves y profundos, por otros más apaciguados.

¿En qué momento y por qué motivos la gran mayoría de lxs trabajadorxs dejaron de participar y se desmotivaron de sus mejoras? ¿En qué momento y por qué motivo lxs dirigentes empezaron a hacer la suya, se volvieron poderosos y no representaron más a lxs laburantes? Qué preguntas ¿no? ¿Qué es primero, el huevo o la gallina?

La realidad es que mayoritariamente la sociedad no piensa bien de lxs trabajadorxs agremiados que luchan y menos aún de sus representantes. La contradicción de esta premisa es que la mayor parte de la sociedad, es trabajadora también.

Lxs trabajadorxs que salen a la calle y protestan siempre, son pocos últimamente, y se ganan el rencor, el mal juicio de sus pares que no salen. Hay quienes se cansaron de participar para no ser escuchados y quienes creen que ya nada tiene sentido. Hay quienes no comprenden la lucha y la padecen, al decir de Tosco. Y hay quienes creen que los patrones tienen razón. Los hay hartos de los negociados de la CUPULAS SINDICALES ricas y con una enorme paciencia a la patronal, como la CGT, dialogadora por demás. Los hay incansables y participativos. Y los hay agotados y sin compromiso alguno con su ser trabajador.

Lo que es incuestionable es que la organización de los y las trabajadorxs sigue siendo una deuda que debe saldarse, para que esa deuda se pague hacen falta la presencia de todos y todas, de los motivados y de los no tanto. El espacio para que el debate suceda son los sindicatos. Habrá que coparlos con la presencia crítica que la actualidad demanda, habrá que hacer un esfuerzo extra, de eso se trata. Se dice que no hay delegados sin trabajadores… ni dirigentes sin delegados. ¿Y usted participa del espacio colectivo de agremiación en su sector?

¿Por qué sí o Por qué no? Contésteselo y Pregúntese quién gana con eso.