Hoy, 20 de Noviembre se celebra el Día de la Soberanía Nacional, recordando la resistencia argentina frente a la invasión anglo francesa de 1845 en la Vuelta de Obligado.
Por tal motivo, se realizó un Encuentro en Defensa del Patrimonio Nacional en la puerta de la empresa IMPSA de Godoy Cruz, luego de que el Gobierno Nacional y Provincial avanzaran en la venta de una empresa clave en el sector energético y tecnológico del país.
Dialogamos con algunos de sus trabajadores y referentes políticos que dieron su opinión al respecto.
Luis Ortiz, hijo de un histórico trabajador de IMPSA, comentó: “Cuando la empresa empezó estaba en la calle Ceretti, mi viejo era un luchador, lo vi por televisión cuando fue el Mendozazo” y añadió: “Cómo no voy a estar en una empresa emblemática, que mi viejo luchó tanto para que llegase a ser lo que fue: una de las cinco empresas más importantes del mundo, y que ahora, con este gobierno nacional, conjunto con el gobierno provincial de Milei y Cornejo, están entregando a un precio vil”.
Por su parte, Humberto Nava, integrante de la agrupación Lealtad Peronista, enfatizó: “Estamos aquí en repudio de la extranjerización de IMPSA, porque esto es terror y barbarie, porque hay gente que está adentro que van a quedar en la calle”.
Liliana Gabriela Lizana, referente del Frente Renovador en la provincia, también se hizo presente para defender la soberanía de una de las empresas más importantes del país . Al respecto dijo: “No podía faltar a este acto tan emotivo que tiene que ver justamente con la defensa de una empresa que se defendió muchísimo, una empresa que venía con algunos problemas y se logró estabilizar, se logró generar los contratos necesarios y suficientes como para poder mantener en una situación de equilibrio a una empresa que es clave, no por su precio, sino por su valor”.
“Era una empresa pujante, construían turbinas, empezaron a construir las primeras hélices para los molinos que generan energía eólica, y hoy estamos presenciando la entrega a precio vil a cambio del oro extranjero”, rememoró con nostalgia Marcelo, quien trabajó más de 30 años en esta empresa que avecina su privatización.