El 7 de marzo se conmemoró el Día de la Visibilidad Lésbica al cumplirse un nuevo aniversario del asesinato de Natalia “Pepa” Gaitán.
La Pepa vivía en Córdoba, en barrio Parque Liceo, y en el 2010 el padrastro de su novia la asesinó por ser lesbiana. La justicia lo condenó a 14 años de prisión y los fundamentos de la sentencia refieren a la discriminación por orientación sexual y su expresión de género. Este crimen se hizo bandera para mostrar también las diferentes formas de violencia y discriminación hacia las identidades lésbicas.
Dialogamos con Mandy Gómez, licenciada en historia y activista de derechos humanos, para recordar la importancia de la visibilización del colectivo y la generación de políticas públicas que lo amparen.
Según las palabras de Mandy “La Pepa era una lesbiana visible y por eso sufrió mucha discriminación por no encuadrar dentro de la heteronormativa social”.
“En la actualidad sigue habiendo acciones violentes hacia las lesbianas. Muchas se han tenido que mudar del lugar donde viven por insultos de vecinos o amenazas de muerte constantes. El caso Lucio hizo que una gran parte conservadora de la sociedad, culpabilizara al colectivo del hecho y generó más odio”, expresó Mandy y agregó: “Pasar de la ley a la práctica cuesta, sin embargo, ha habido grandes avances en espacios públicos y tenemos leyes que nos amparan. Empezando por la ESI, la ley de violencia, el matrimonio igualitario, el cupo laboral trans, la identidad de género, la identidad no binaria, hacen al respeto y a la educación y sobre todo la no vulneración de los derechos en cuanto salud, educación y trabajo”.
Para finalizar, Mandy se despidió esperanzada: “no se puede eliminar la discriminación, pero sí disminuirla”.