“LAS PERSONAS TRAVESTIS, TRANGÉNEROS Y TRANSEXUALES AÚN ESTÁN LEJOS DE UNA VIDA DIGNA DE SER VIVIDA”

Carla Hilén, travesti militante por los derechos del colectivo LGBTIQ+ e integrante de la Agrupación CLIK (Corriente por la Libertad, la Igualdad y el Kambio) Mendoza, reflexionó sobre las deudas que el Estado aún tiene con la población travesti trans en nuestro país y en nuestra provincia, en el día de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans.

En junio de 2013, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley N° 4578 que establece el 18 de marzo como el Día de la Promoción de los Derechos de las Personas Trans, en conmemoración del fallecimiento de la activista trans Claudia Pía Baudracco, una militante comprometida en la lucha por la igualdad de los derechos humanos, la identidad de género y la disminución del estigma y la discriminación de las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) frente al VIH/sida.

En 1993, Claudia Pía junto a María Belén Correa y otras activistas travestis, fundó la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA), que presidió en sus primeros años. La ATTTA, todavía activa, fue una de las organizaciones responsables de la derogación de los edictos policiales con los que se las perseguía, una de las más grandes deudas de la democracia.

En línea que otras referentas travestis como Lohana Berkins o Diana Sacayán, los aportes de Baudracco fueron fundamentales para la obtención de derechos como la Ley de Identidad de Género o el acceso a la salud y a la escolarización.

En el primer libro de la editorial del Archivo de la Memoria Trans compilado por María Marta Aversa y Matías Máximo, llamado “Si te viera tu madre”, se narra las luchas y el activismo de Claudia, hasta convertirse en una de las figuras más importantes de la comunidad trans argentina.

Sobre este día, Carla Hilén, travesti militante por los derechos del colectivo LGBTIQ+ e integrante de la Agrupación Click, compartió se pensamiento al decir: “La vida de Claudia es el reflejo de la discriminación y marginación que vive diariamente la comunidad trans. En Argentina, la lucha que dieron en las calles durante los años los movimientos LGBTIQ+ para que se reconocieran nuestros derechos nos permitió hoy tener Ley de Matrimonio Igualitario, Ley de Identidad de Género, Ley de Cupo Laboral Travesti Trans. Pero la igualdad ante la ley no es la igualdad ante la vida”.

“Las personas travestis, trangéneros y transexuales aún están lejos de una vida digna de ser vivida. En Mendoza, aún estamos muy lejos de poder acceder al correcto tratamiento hormonal por la constante falta de medicamentos; lejos de poder acceder a un empleo formal porque la provincia no adhiere a la Ley Nacional prometiendo una propuesta superadora desde que se aprobó la misma… esta ley debe ser abordada en su complejidad porque la realidad de nuestro colectivo está atravesada por un contexto de persecusión, exclusión, marginación; Aún en la actualidad tenemos graves problemas para acceder a la igualdad de posibilidad”, remarcó Hilén.

En este sentido, destacó la diferencia en la expectativa de vida que existe en nuestro país, que marca para la población en su conjunto tiene un promedio de vida de 80 años, mientras que la población travesti trans tiene un promedio de vida de 35 años.

“A 12 años del reconocimiento a la identidad de género en Argentina, ley que trajo la democracia para las trans y las travestis, nuestro colectivo reclama una reparación por lo padecido y reconocimiento por todo el daño causado, persecusión, violaciones, torturas; las caidas presas por días, semanas, meses… el homicidio de tantas compañeras y amigas por una persecusión institucional tanto del Estado como de la sociedad en su conjunto y hasta de la propia familia. Nos negaron la existencia, nos mataron y hasta nos prohibieron por el solo hecho de existir” expresó Hilén.

El reclamo por una normativa reparatoria remite la entrega de una pensión mensual y reparatoria destinada a las personas trans sobrevivientes mayores de 40 años que hayan sido víctima de violencia institucional en base a su identidad de género. “Nuestro colectivo adhiere a que esta violencia no solo tuvo lugar durante la última dictadura militar. La democracia para nosotras no llegó en 1983 con el fin del terrorismo de Estado. Los edictos policiales que nos criminalizaban solo por ser travestis que fueron derogados recién en el año 2006 en Mendoza nos valió detenciones, encarcelamiento y violaciones desatadas por el personal policial en sus establecimientos y en las calles. Pedimos reparación histórica porque sabemos que el Estado es quien perpetuó el terrorismo de Estado en nuestros cuerpos no solo en dictadura sino también en gran parte de la democracia; podemos decir que casi dos décadas después empezamos a adquirir algunos derechos”, expresó Hilén.

Enfatizó: “El Estado fue quien criminalizó nuestras identidades y generó un terrorismo sobre nuestro proyecto de vida. Por todo esto, el Estado debe responder y esta respuesta debe ser a través de una ley de reparación histórica, que implica borrar las heridas y toda la persecusión policial. Nos vulneraron de todos los sentidos, física y moralmente nuestros derechos. Las travestis mendocinas exigimos la adhesión a la ley cupo laboral trans urgente, ley de reparación histórica para las sobrevivientes que padecieron la negación de identidad y la violación de los derechos humanos durante gran parte de su vida. Furia travesti”.

Tomamos este día para no dejar de reflexionar acerca de los logros obtenidos y todos aquellos derechos que aún faltan por obtener para lograr la igualdad real del colectivo trans. En consonancia con esto, bregar por la plena aplicación de la “Ley Diana Sacayán” de cupo laboral trans que establece la presencia de personas trans y travestis en los medios públicos y privados, y la Ley de Reparación Histórica para Personas Mayores Travestis y Trans, entre otras leyes que aún duermen en su tinta.