EL AMOR NO DUELE

Por Valeria Sol Marchan

Rosana no formó parte de los 286 femicidios ocurridos en el 2015, ni sus hijos formaron parte de los 1470 niños y niñas que hasta el 2016 quedaron sin madre; pero ella y sus hijos vivieron en carne propia lo que pudo haber tenido ese final.

Rosana fue ataca a finales del 2015 por el que fue su marido, Fernando Fernández, médico del hospital central, con un cuchillo, lastimándola de gravedad en varias partes de su cuerpo y dejándola al borde de la muerte.

Hoy y luego de la sentencia a 10 años de prisión, de vuelta a reinventarse para ella y su familia sabiendo que la relativa calma durará 8 años (ya cumplió 2 años de la condena). Relativa porque la apelación a la sentencia probablemente esté en la puerta del juzgado, lo cual significa que nuevamente un proceso de idas y venidas con abogados, testimonios, explicaciones y contención para sus hijos de un cuento que nunca termina. Relativa porque sabe que aunque la condena se cumpla en su totalidad en un tiempo medianamente corto quien quiso terminar con su vida estará de vuelta libre y la sensación de asecho se vuelve carne.

A pesar de todo Rosana rescata el papel de la justicia que finalmente decide una sentencia para él  y rescata que el hecho dramático que le tocó vivir, ve la luz en tiempos tan oscuros: “lo primero que me gustó es que hay una condena, que hay justicia, que me siento escuchada, por mas que él no haya tenido anteriormente inconvenientes con la justicia, este hecho marcó nuestras vidas y tiene que ser juzgado como tal…” “no puedo dejar de agradecer y reconocer el buen trabajo de mis abogados, Pablo Salinas y Viviana Beigel, y el fiscal querellante fue muy prolijo y contundente”

El camino hacia adelante se vislumbra con una mochila encima para ella y sus hijos, la vida sigue y el futuro aunque es incierto para todos, tendrá en esta familia una carga adicional para procesar hacia adentro y hacia afuera de cada uno de ellos: “mis hijos cuando en algún momento quieran formar pareja, en especial mi hija que creo es la más afectada, tendrán que contar que su padre quiso matar a su madre, ya veremos como se sobrelleva, lo mejor sería decir la verdad y que se pueda aceptar sin ninguna vergüenza, con el tiempo iremos madurando, iremos acomodando las cargas”

Mujer, trabajadora, madre, sostén de familia, víctima, luchadora, sobreviviente. Son muchos los roles que Rosana encarna en la construcción de la mujeres nuevas, socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres: “ante la sociedad me gustaría ayudar a las mujeres que están atravesando un mal momento, pero para eso primero tengo que ponerme bien yo , faltan muchas cosas que aprender de mí, no quiero volver a caer en el mismo error y saber qué pasó porque por ahí estoy como aturdida con este hecho, no puedo comprender cómo mi ex pareja quiso dañarme de esa manera, si bien creo que es un problema realmente de él, sé que de mi parte hubo aceptación de ciertos detalles matrimoniales que no tendría que haber aceptado, entonces aprender y si de ahí en mas puedo ayudar con mi experiencia, aunque sea algo malo lo que me pasó, lo voy hacer”

Promovamos el fin de la violencia aumentando la información y sensibilización de sus causas y consecuencias; también promovamos la necesidad de cambiar hábitos y comportamientos en nuestros niños y niñas, será la mejor respuesta a los tiempos que se avecinan. Trabajemos para conquistar la libertad necesaria para conocer las formas del amor, empezando por el amor propio, y las formas que no lo son. El amor no duele ni lastima.