Tras una gambeta al Carril Mathus Hoyos, se levanta cada día el Club Boca de Bermejo. Ubicado por la calle Génova al 3200, sus gradas siempre abiertas para recibir la pasión de 6000 almas que alientan a su equipo. Un club fundado el 12 de octubre de 1930, con altos y bajos en su historia pero con la mirada constante siempre fija en la meta: ser un club social deportivo y barrial.
En otra de las recorridas por la comunidad, se torna inevitable pasar por el Club Boca de Bermejo. Al llegar seguramente se presentan escenas ineludibles: María da la bienvenida luego de la inmensa labor de alistar todo, y Ramón llama a les pibes a patear en la canchita. Voces que nos invitan a recuperar la historia del club de nuestro barrio y la realidad a la que da pelea.
Ramón Liquín, coordinador de fútbol, cuenta: “Llevo más de 30 años de futbol y debo estar en Boca desde hace 20 años aproximadamente. Siempre dije que Boca es un club social y trabajamos para darles todas las posibilidades a los chicos; nos cuesta más en Boca porque lamentablemente hoy la pandemia, antes la economía, también hace que hoy tengamos muchos problemas a diferencia de otros clubes. Estamos rodeados de muchos barrios que no tienen las comodidades o las condiciones para apuntar a lo que es un torneo pero bueno, la idea es formar jugadores y personas, que tengan códigos… y en el trabajo de muchos años hemos logrado tener ese prestigio, poder jugar y lo más fundamental, que sean felices”.
Un club de barrio, pronto a cumplir 91 años de existencia; que cuenta con instalaciones amplias, parque, una pileta de 1.80 de profundidad y 15 metros de largo; gradas que necesitan pintarse, y un salón que supo cobijar peñas mosquiteras y otros eventos de la comunidad que espera su habilitación municipal. Esto último es uno de los factores que obstaculizan el desarrollo económico del club, entre otros como son los gastos de servicios públicos como el agua que se utiliza para regar la cancha, sin contar con ningún amparo que pueda palear los altos costos de los mismos.
“Los problemas pasan primero por la situación del país, segundo porque también los clubes cometemos errores y por ahí no se toman las decisiones correctas para lograr lo que queremos… buscamos el apoyo de todos lados pero entendemos que la situación es complicada para todos”, expresa Ramón y agrega: “Entiendo que los clubes necesitan de todos: de los dirigentes, de los jugadores, de los papás, y a veces eso es difícil (…) En la primera etapa del campeonato que hizo la Liga no participamos por cuestiones económicas, y hoy participar en la Liga implica un dinero que sabemos que de los chicos no va a salir”.
La función social está intacta. Las necesidades también. En las diferentes categorías del club asisten 150 chiques… alrededor de 60 participan de los torneos, y en muchas ocasiones esto significa enfrentar no solamente al rival sino también las adversidades económicas que debe asumir el club para el traslado del equipo y otros menesteres.
Aun así, persiste en el aire superando cualquier adversidad el tejido social basado en la unión, la contención, la amistad. Así lo refleja Kevin Videla de la 6° división: “Es lindo, se aprende mucho de fútbol, se enseñan muchas tácticas, de todo un poco.. y acá he hecho amigos en todo el tiempo que llevo entrenando, hemos compartido momentos y momentos, y a pesar de todo eso hemos podido tener una amistad por encima de todo. Nos divertimos, nos despejamos, nos alejamos de todos los problemas de la calle, nos alejamos de todo”.
Por su parte, Gonzalo del Barrio del Carmen expresa: “Somos muchos del barrio y venimos todos juntos a los entrenamientos… Es un club muy bueno, el año pasado veníamos a jugar 8 personas y ahora se está armando lindo, ahora hay demasiada gente y es un club que le mete siempre aunque sean muchas o pocas personas, siempre va para adelante y no agacha la cabeza nunca. Estoy muy agradecido de jugar en Boca de Bermejo. “Ahora nos han hecho conjuntos nuevos, nunca nos ha faltado nada porque siempre hemos tenido el apoyo de todos pero sí para los chicos que les están faltando los botines necesitamos una ayudita”.
Tobías de la 2005, juega en Boca Bermejo hace 4 años con el sueño de jugar en primera: “La motivación es el esfuerzo que tenemos y por mis viejos que siempre me acompañan a todos lados, que nos dan la plata para el club aunque a veces tenemos que salir a laburar con ellos y pagar nosotros también las cosas del club”.