Los crecientes femicidios y travesticidios muestran a las claras la necesidad de seguir trabajando en todos los frentes contra la cultura heteropatriarcal, que se cobra nuevas víctimas a diario en nuestro país. Para ello, en La Diaria estuvieron compartiendo el aire con Marta Dillon, periodista, feminista, escritora y una de las principales figuras que fundó a fuerza de constancia el “Ni una menos”.
“La evaluación que hacemos en principio de toda la situación que estamos viviendo, es desde el dolor, de ver las noticias todos los días, de sentir una situación de emergencia que tiene que ver con la reiteración de la violencia seguida de muerte de mujeres, trans y travestis. Y también hay una creciente sensibilidad social que permite que esto no sean sólo noticias, sino que sean duelos tomados como propios por los colectivos feministas”
Dillon tiene claridad para expresar que esa sensibilidad debe generar otras respuestas que no sean la de la revancha misógina. La mayoría de estos casos no ofreció protección a las víctimas: “Hay un Estado muy impotente y un movimiento feminista fuerte, movilizado y en permanente alerta. Pero necesita generar un vínculo entre los recursos del Estado y las posibilidades para defendernos frente a esas violencias”.
Las disidencias, la ruptura del pacto binario de los géneros, el deseo, los cuerpos como lugares de disputa, el dolor de los mandatos sociales sobre los modos de verse y relacionarse con otras personas… son algunas de los nuevos disparadores que hoy propone Marta Dillon para pensar las relaciones y las posibilidades para romper la violencias.
“Nuestro desafío mayor es terminar con el patriarcado. En lo concreto tenemos que pensar de qué manera vamos a enfrentar como movimiento organizado el avance de la violencia machista”. Algunas de las estrategias para tender puentes a quienes sufren violencias machistas, requieren nuevas formas de organización que no sean ni la de los partidos políticos, ni de otras organizaciones sociales, donde prima la verticalidad y los egos… “hay que desarticular discursos de odio. El feminismo no tiene que ver con la biología. El feminismo va por la libertad, y genera empatía con quien sufren todo tipo de opresiones, por sexo, por género, por clase…”
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