El histórico diario Los Andes recientemente echó a cerca de 50 trabajadores y trabajadoras. El conocido medio – que desde hace años forma parte de uno de los monopolios más grande de nuestro país como es el Grupo Clarín – además de achicar salvajemente su planta, ofrece salarios precarizantes a colegas del hacer periodístico.
Ante esta situación, las y los trabajadores se encuentran realizando actividades de visibilización y acciones para recuperar su fuente laboral. Hoy, además de la carpa, se realizará una radio abierta en las puertas del diario.
Sobre esto ahondó Cruz Calvet, integrante del sindicato de prensa. “Los trabajadores despedidos del diario están en pie de lucha tratando de volver a su puesto de trabajo con el acompañamiento y la ayuda obviamente del sindicato de prensa, todos son parte de él y vamos a pelear tanto en la parte administrativa como en la judicial para que se haga justicia y vuelvan a su puesto de trabajo. Porque realmente la empresa no hizo las cosas como se deben hacer, si hay algún inconveniente que amerite sacar 50 personas de una empresa, lo mínimo que tienen que hacer es llamar a un preventivo de crisis, citar a la parte representante de los trabajadores, o sea, al sindicato de prensa, a una mesa y empezar a dialogar sobre cuáles son los inconvenientes y por qué necesitan un achique”.
En este sentido, agregó: “Obviamente que para eso tienen que tener los últimos 2 balances negativos, cosas que el diario no tiene, el diario siempre llora pero tiene un super hábit, no tenemos la menor duda. Entonces lo hacen porque lo quieren vender y porque vienen pisando la paritaria para tratar de cerrar sueldos muy bajos y vender el diario a un costo muy inferior del que correspondería, entonces es toda una maniobra y en el medio quedan 50 familias en la calle y a ellos realmente les importa poco”.
Desde hace días, las y los trabajadores despedidos sostienen una carpa frente al diario tanto para pedir la reincorporación como para pedir que se cierre la paritaria sobre la cual, Calvet comentó que “pretenden pagar $340.000 frente a una canasta de $700.000, nos parece que es un insulto a los trabajadores” de la actividad periodística.