La Repatriación de los restos del General José de San Martín en 1880 es la tercera entrega de una trilogía imperdible sobre la vida del Libertador.
En 1877 el Presidente Nicolás Avellaneda exhortó a los argentinos a cumplir con la voluntad de San Martín sobre su destino final. Lo hizo con la siguiente frase: ” Los pueblos que olvidan sus tradiciones, pierden la conciencia de sus destinos y los que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas, son las que mejor preparan su porvenir”
El futuro estaba marcado por el genocidio, la hegemonía oligarquía y la Consolidación del Estado nacional.
Sobre las inéditas postergaciones y el fundamento de porqué fue en 1880 la llegada de los restos, habla esta columna de Sergio Eschler: