San Juan, 1 de junio de 2025 – Durante tres intensas jornadas, el Colectivo de Medios Comunitarios de Cuyo (Comecuco) celebró su plenario en la ciudad de San Juan, con la participación de radios comunitarias, colectivos de comunicación alternativa y nuevos integrantes que se suman a este entramado de voces populares. El encuentro dejó en evidencia tanto la potencia organizativa del sector como las profundas desigualdades que aún enfrentan los medios comunitarios para sostener su labor cotidiana.
Nuevos medios, nuevas luchas
Entre las novedades más destacadas del plenario estuvo la incorporación de Radio Identia Comunitaria, de Merlo (San Luis), una emisora con 17 años de historia que estuvo al borde del cierre y hoy renace con una gestión colectiva. Pamela Mackey, integrante de la nueva conducción, celebró la incorporación al colectivo:
“Estamos felices de ser parte de este espacio que sostiene la comunicación alternativa y popular. En un contexto de discursos hegemónicos, estos medios son vitales”.
Mackey también denunció la falta de transparencia en la distribución de pauta oficial por parte del municipio de Merlo, que cuenta con un presupuesto anual de 64 millones de pesos destinados a publicidad institucional. Según relató, muchos de esos fondos van a medios ligados al poder político, mientras que Identia apenas recibe 150.000 pesos mensuales.
“Eso no alcanza ni para cubrir el salario de una persona operadora. Sin embargo, nuestra radio cuenta con 25 programas en vivo que integran a bibliotecas populares, juventudes, artistas, la comunidad boliviana y personas con discapacidad. Es un aporte real a la democracia”, enfatizó.
Tecnología libre y comunicación comunitaria
El plenario también marcó la integración formal del colectivo Radios Libres, una iniciativa de formación y divulgación que trabaja en la intersección entre tecnologías libres y comunicación comunitaria. Inés Binder, una de sus integrantes, explicó:
“Buscamos que los principios de pluralidad y autonomía de los medios comunitarios se trasladen también al ámbito digital. Queremos que estos medios sean protagonistas en la defensa del derecho a la comunicación en los territorios digitales”.
Radios Libres venía colaborando informalmente con radios como Tierra Campesina y Cuyum, pero ahora su participación es orgánica dentro del Comecuco. “Ahora tenemos voz y voto”, celebró Binder, destacando además un cambio positivo en el tono del encuentro:
“Hace dos años reinaba la consternación frente al panorama político. Hoy hay más acción, más organización y solidaridad con otros movimientos sociales”.
Comunicación popular y precarización
El plenario se desarrolló entre el 30 de mayo y el 1 de junio, con actividades en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Juan. Allí se ofrecieron talleres abiertos y se discutió el rol de los medios comunitarios ante estudiantes y docentes de comunicación social.
Los intercambios dejaron al descubierto una dura realidad: la precariedad que atraviesa a quienes sostienen estos medios. Muchos comunicadores y comunicadoras populares tienen que desempeñarse en otros trabajos para subsistir, lo que impacta directamente en la continuidad de sus proyectos.
“Hay radios que han tenido que reducir su programación a una vez por semana porque sus integrantes necesitan trabajar para vivir”, comentaron los organizadores.
Aun así, el tono del plenario fue de firmeza y construcción colectiva. “Las radios comunitarias somos pueblo, somos trabajadores y trabajadoras que decidimos defender el derecho a expresarnos”, se escuchó con fuerza en una de las asambleas.
Hacia un horizonte común
A pesar de las adversidades, el Comecuco sigue consolidando una red regional que apuesta por una comunicación plural, inclusiva y profundamente arraigada en los territorios. La conclusión, como citó uno de los participantes parafraseando a Galeano, fue clara:
“La utopía es ese horizonte que siempre se aleja, pero nos obliga a seguir caminando”.
