En el día de ayer alrededor de las 19 horas, ocho jóvenes que se encontraban en la Plaza Unimev donde fueron detenidos por estar tomando alcohol. Los trasladaron a la comisaria 44º ubicada en el predio donde fueron privados de su libertad.
La justificación de los uniformados para tener por más de tres horas encerradas a las personas en calabozos (incluso hasta el perro de uno de ellos), fue que su acción iba en contra del código contravencional.
Desde El Arranque hablamos con la madre de la única menor que se encontró afectada por el hecho, Cecilia, y nos explicó que la policía “abalado por el código de falta o de contravención hacen un uso desmedido del poder”. También dijo que estas prohibiciones que siguen estando en tela de juicio por los ciudadanos “van en contra de la idiosincrasia de la vida social, que para mí no tienen otro sentido que sacar dinero de las multas y generar persecución y temor”.
Cecilia nos comentó que su hija estuvo “más de tres horas pidiendo ir al baño la hacían estar de cara a la pared en un calabozo de un metro y veinte centímetros cuadrados”, además agrego que este accionar de la policía “es ir en contra de la vida social”, la violencia genera o más violencia o temor, ellos deben estar donde está realmente el conflicto”.
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