Mario Escudero, deportista profesional de kick boxing y vecino de Guaymallén, Mendoza, no solo entrena con rigor y pasión: también proyecta un sueño colectivo.
Su historia, atravesada por situaciones de calle, consumo problemático y violencia, encuentra en el deporte no solo una salida personal, sino una herramienta concreta para transformar realidades sociales.
“La calle te deja marcas. El deporte me permitió canalizar todo eso que me dolía y me desbordaba. Hoy quiero que otros chicos puedan tener esa posibilidad”, cuenta Mario, que además de competir, trabaja como técnico y profesor. Actualmente sostiene su propio espacio de entrenamiento, Villanueva Team, donde da clases tres veces por semana y se propone abrir las puertas a jóvenes en situación de vulnerabilidad.
“Mi idea es que esto no sea solo para quienes puedan pagar. Quiero que al menos uno o dos días a la semana sea inclusivo, gratuito, que vengan pibes de la calle, con problemas de consumo, que no tienen recursos ni contención. Yo sé lo que es eso”, afirma. Con ese objetivo, Mario busca apoyos, donaciones o espacios físicos que le permitan concretar un lugar comunitario, accesible y seguro, donde el kick boxing funcione como refugio, como oportunidad y como escuela de vida.
Desde una lógica de trabajo solidaria y comunitaria, Mario remarca que su proyecto no se centra solo en formar deportistas. “Lo importante no es si ganás o perdés una pelea. Lo importante es que un pibe se aleje de la droga, que no termine preso, que se sienta valorado, que aprenda disciplina, que sepa que su vida vale”, explica.
En un contexto donde los jóvenes enfrentan cada vez más dificultades para acceder a espacios deportivos, de salud y formación, Escudero se propone hacer del ring un espacio de puertas abiertas. Su experiencia personal lo impulsa a militar por un deporte que no excluya, que no reproduzca lógicas de consumo o mercado, sino que funcione como herramienta de transformación colectiva.
“Mi carrera va a pasar. Pero lo que quiero que quede es que pudimos ayudar a que otros chicos encuentren un camino diferente. Eso vale más que cualquier cinturón”, concluye, con la humildad de quien sabe que la verdadera pelea se libra todos los días, en cada barrio.
Te invitamos a escuchar la nota completa realizada en el programa En Colectivo junto a
Jazmín Gonzalez y Thiago Ramirez estudiantes de 5to año de la Escuela Paulo Maestro Freire quiénes se encuentran realizando unas prácticas en la organización.

