Siguiendo con la celebración del mes de la Pachamama, dentro del Espacio de Derechos Humanos, nos comunicamos con Ñushpi Quilla Mayhuay Alancay, responsable del Área de Pueblos Indígenas de Xumek.
Ñushpi, nos comentó acerca de la importancia de festejar y ofrendar a la tierra como forma de agradecimiento por lo que ella nos otorga.
“En la zona sur, nuestro año comienza en el mes de junio con la llegada de lo que hoy se conoce con el Año Nuevo del Sur. Hay una cuestión muy simbiótica con el calendario agrario, por eso en este mes, es el mes de la Pachamama y se realizan todas las ofrendas a nuestra madre tierra que es el momento en el que empieza a estar fortalecida para poder generar los nuevos frutos, los nuevos alimentos para todo el año. “
Al detallar la ceremonia que los pueblos originarios realizan para celebrar a la Madre Tierra, nos comentó: “No tiene que ver con algo religioso sino que es un momento de encuentro con nuestra madre tierra; se hace una boca en el piso, un hueco y se hace una limpieza previa para que el espacio esté limpio y listo para hacer las ofrendas y ahí se coloca y se ofrenda. Cada persona va tirando en esa boca los alimentos, las bebidas y se acompaña con bebidas fuertes, con tabaco siempre guiado por nuestras mayores. Una vez que finaliza la ceremonia, es el momento de la celebración, del compartir un encuentro con nuestros hermanos y hermanas, se termina la ceremonia con festejo y con alegría y listo para arrancar todo lo que sigue del año.”
Si bien los pueblos indígenas fueron silenciados por mucho tiempo, las actuales generaciones intentan rescatar su cosmovisión y se esfuerzan a diario para hacerlo. Tal es la tarea que desarrolla Ñushpi desde Xumek:
“Somos parte de la madre tierra y esta es la gran diferencia que tenemos con el sistema que nos rige, que nos hace creer que somos dueños de, cuando en realidad somos hijos de la tierra. Hoy se está rompiendo con el discurso hegemónico que todavía sigue haciendo mucho daño con los diferentes proyectos extractivista. Lo fundamental es que desde la sociedad, se ha tomado más conciencia y hay una parada fuerte frente a esos avances.”
“El ser indígena es cosmovisión, una identidad que uno va forjando día a día”, finalizó con énfasis Ñushpi.