Cada 30 de noviembre se celebra el Día Nacional del Teatro, en conmemoración de la quema del teatro de La Ranchería el primer espacio donde se representaron piezas dramáticas en el Buenos Aires colonial. En este marco y desafiando al pasado para relatar hechos y reflexiones del presente dialogamos con el director, escritor, actor, licenciado en Letras y profesor de enseñanza media y superior Daniel Fermani: “he llegado apenas de la fiesta provincial de teatro de Tucumán, donde tuvimos también una especie de incendio porque fue censurada una obra que venía de Córdoba invitada a la fiesta, y fue censurada por prejuicios, por fuerzas de derecha que consideraron que el título de la obra no era adecuado, seguimos apagando incendios, seguimos teniendo que demostrar que el arte no puede ser censurado”.
La buena noticia es que las fiestas provinciales de teatro se están celebrando en todas las provincias, gracias al auspicio y la organización del Instituto Nacional del Teatro. Es importante que estas fiestas abarcan distintas ramas: títeres, marionetas, clown, teatro de calle, etc. También es notorio que se están representando cantidad de obras en todo el país.
Asimismo nos dio su apasionada mirada sobre el teatro; “el teatro es alimento del pueblo, sin arte, sin creadores, sin artistas, el pueblo está muerto; el consumismo, el bienestar son cosas materiales, el teatro es lo que nos está hablando del espíritu de un pueblo”.
Respecto de cómo la actividad transitó la pandemia, Daniel reflexionó: “se desarrolló bastante el teatro virtual, que a los teatristas no nos gusta, y creo que a nadie, porque la magia del teatro es estar frente a frente. Pero se descubrieron nuevos escritores, se descubrieron artistas que podían hacer cosas de una forma que se adaptaba a ese medio. Y ahora que volvemos a los escenarios, que tenemos la posibilidad de estar de cuerpo presente, hay elementos de la tecnología que se han incorporado al teatro pasando a formar parte del teatro presencial. Creo que va a ser un enriquecimiento.”