Las cifras relevadas indican que hasta el 29 de junio de 2024 se registraron 106 femicidios. De los cuales, 78 femicidios directos (cuando el varón asesina a la mujer víctima de violencia de género); 3 lesbicidios (en el marco del violento ataque cometido en Barracas donde aún una de sus víctimas sigue en proceso de recuperación).
Recientemente, desde el Observatorio de Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana Feminismo Popular, Federal y Disidente) se presentó un nuevo informe con las cifras del registro Nacional de Femicidios, Femicidios Vinculados, Trans/Travesticidios, lesbicidios y otras muertes violentas.
El informe revela las formas más extremas de violencia de género ocurridas desde el 1 de enero al 30 de mayo de 2024 en todo el territorio argentino. El trabajo es resultado del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, buscadores, sistema de alertas, seguimiento de organizaciones, portales especializados en género, feminismo, derechos humanos y policiales/forense. El informe incluye el acumulado de femicidios desde el 3 de junio del 2015, fecha de las masivas movilizaciones #NiUnaMenos y de la fundación del observatorio.
“Detrás de cada uno de estos números hay una historia de mujeres a las que no les llegaron las políticas públicas en tiempo y forma, que pensaron que esto podía llegar a cambiar, que pensaron que su situación no era importante, y para nosotras cada mujer que siente que es violentada es importante que pueda llegar a algún espacio, que pueda denunciar lo que está pasando y que pueda pensar que no es merecedora de la situación por la que atraviesa, ella no hizo nada para ese varón – ese hijo sano del patriarcado- la violente, le ejerza distintos tipos de violencia”, expresó Luisina Blanco, referente de Mumalá Mendoza.
Los femicidios, travesticidios y transfemicidios son la expresión más extrema de las violencias que padecen mujeres, trans y travestis. Pero previo a esto, se cometieron otras violencias menos visibles – muchas de ellas naturalizadas- como la violencia psicológica, sexual, económica, institucional, entre otras.
Las cifras relevadas indican que hasta el 29 de junio de 2024 se registraron 106 femicidios. De los cuales, 78 femicidios directos, esto es cuando el varón asesina a la mujer víctima de violencia de género; 3 lesbicidios (vinculado al ataque de odio feroz cometido en Barracas donde aún una de sus víctimas sigue en proceso de recuperación); 3 travesticidios; 3 suicidios feminicidas (categoría extraída del Código Penal de El Salvador para indicar aquellos casos donde las mujeres – en contexto de violencia- deciden atentar contra su propia vida). El informe incorpora las muertes ligadas al narcotráfico o crimen organizado sobre lo cual, Luisina explicó: “Esto lo hemos comenzado a visibilizar hace un años atrás porque entendemos que las mujeres formamos estas economías delictivas o muchas veces, en los contextos de venganzas a los varones vinculados al narcotráfico, somos las mujeres quienes estamos sujetas a los ajustes de cuenta”.
Sobre estos datos, “Esto indica que es un femicidio cada 41 horas en nuestro país pero si nos adentramos en las situaciones de intentos de femicidio, este número se duplica y casi llega a triplicarse, porque en estos primeros seis meses del año se registraron 255 intentos de femicidios. Y en la mayoría de estos intentos de femicidios hubo una persona de su entorno que decidió interceder por ejemplo con un llamado oportuno al 911 para que llegase la policía y que la situación quedara solo en un intento de femicidio y no un femicidio propiamente”.
Otros de los datos relevados en el presente informe, es que la cantidad de intentos de femicidio duplica la cantidad de femicidios; que el promedio de edad en varones femicidas es de 35 años; que el 12% de ellos tenía antecedentes penales por violencia de género; y que el 7% de los femicidas pertenece a las fuerzas de seguridad.
“Un dato que siempre es escalofriante conocer es que hay 94 niñas, niños y adolescentes se quedaron sin su mamá, y prácticamente en un doble estado de orfandad, porque en muchos casos, estos femicidas son sus papás”, destacó Luisina, quien además detalló que en Mendoza se registró en lo que va del años 3 femicidios directos, y dos muertes vinculadas a las economías delictivas.
Luisina destacó que a pesar del cierre del Ministerio de las Mujeres a nivel nacional, la atención a mujeres y disidencia que atraviesan situaciones de violencia de género se sostiene desde las distintas direcciones provinciales y áreas municipales.
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