Esta semana ha habido novedades respecto a la posibilidad de que Gustavo Calderón Polo quede en libertad luego de cumplir parte de su corta condena por el femicidio de su pareja, Fernanda Toledo.
Fernanda fue asesinada el 21 de julio de 2009 por el padre de sus dos hijos menores frente a ellos, en ese entonces de 2 y 3 años respectivamente. Durante toda la instrucción, Gustavo “Polo” Calderón, el femicida, se declaró inocente. 2 años después comienza el juicio en la segunda cámara del crimen, conformada por Roberto Uliarte, Roberto Yanzon y José Valerio. Ellos, el fiscal Adelmo Argüello y la defensora Mirtha Olivera, consideraron que la vida de Fernanda no valía más que diez años de prisión.
Gustavo Polo Calderón dejó a 4 niñxs sin su madre, a una madre y a un padre sin su hija, a 7 hermanos sin su hermana y a decenas de amigas sin su amiga. Sus amigas se organizaron en cuanto a los sueños de Fernanda quien se dedicaba a coser, armando una cooperativa textil de mujeres.
La asesinó, lo premeditó, intentó ocultar lo que hizo frente a sus hijos, pero nada de eso inmutó a estos jueces que no sólo gozan de sus vidas privilegiadas, sino que siguen siendo premiados por el poder de turno, como es el caso de José Valerio, que fue ascendido por el gobernador Alfredo Cornejo, al máximo tribunal de justicia y durante este año estará a cargo de la Dirección de Género y Diversidad del Palacio Judicial.
Sin cumplir con su condena efectiva, el año pasado, Gustavo Polo Calderón accede a la libertad condicional, a los pocos meses de ello , recibe una denuncia por violación a su hija y su beneficio es revocado, por lo que vuelve a prisión.
En el día de ayer, luego de la presión social en la espera a la sentencia, se decidió desde el Juzgado De Eduardo Martearena postergar la sentencia,donde la Fiscal de Violencia de Género Mónica Fernández Poblet lo imputó por abuso sexual agravado por el vínculo pidiendo 15 años de prisión.