EDUCACIÓN INTEGRAL DE JÓVENES Y ADULTOS CON DISCAPACIDAD: ¿REDUCIR ESPACIOS O REDUCIR DERECHOS?
Entrevista telefónica con Profesor Nicolás Quintana, Docente de La Facultad de Educación de la UNCUYO del Profesorado Universitario de Pedagogía Terapéutica en personas con discapacidad intelectual y miembro del Comité Docente de la Diplomatura en Transición a la Vida Adulta.
Esta formación se enmarca en un paradigma de formación integral, para garantizar derechos humanos básicos de las personas con discapacidad en la adolescencia, la juventud y la vida adulta. Además, sus directrices se nutren de los acuerdos del Consejo Federal de Educación, al determinar que en la lógica de acompañamiento en las formaciones integrales de las personas con discapacidad no sólo se limitaba a la formación laboral de oficio sino que este acompañamiento debe ser integral e incluir otros aspectos de formación permanente en relación a las habilidades académicas.
“Todo este cambio paradigmático que nos llevó a cambiar la realidad de las escuelas de educación integral deviene de un marco amplísimo como lo es la Convención Internacional a favor de las personas con discapacidad, la cual toma rango constitucional en el 2008 a partir de que nuestro país sanciona con fuerza de ley la adhesión a esta Convención, la cual plantea el reconocimiento de la persona con discapacidad como titular de derechos”, expresa Quintana.
En este sentido, comenzaron a surgir experiencias de inclusión en escuelas primarias y secundarias de la provincia al tiempo que la educación integral se iba fortaleciendo como un servicio que garantiza los derechos humanos básicos de la personas con discapacidad.
Sin embargo el Gobierno Escolar de la Provincia de Mendoza ha tenido intentos de cierre de estos cursos, que justamente vulnerarían el derecho de cientos de personas a acceder a una educación integral e inclusiva. “Es absolutamente llamativo porque el año pasado fue la Dirección General de Escuela la que convocó a la Facultad de Educación para promover esta formación para docentes que sostienen la trayectoria escolar de estos jóvenes con discapacidad. Este año cuando trabajamos en forma conjunta y se realiza la convocatoria e inscripciones, justamente es la DGE la que convoca y, actualmente, la totalidad de los cursantes de la Diplomatura son docentes suplentes o titulares, que están trabajando en escuelas de educación integral. Entonces es paradojal que venimos trabajando en pos de mejorar la oferta educativa y de formación de estos espacios y en contraposición se plantea el cierre de algunos de ellos, yendo en camino inverso a lo que dicen los tratados internacionales al respecto”.
La Educación Permanente es un concepto sobre el que se viene trabajando desde hace años en el ámbito más general de la educación, en donde se considera que los procesos de aprendizaje se producen a lo largo de toda la vida, teniendo en cuenta el apoyo específico que necesite una persona con discapacidad para que se oriente y se garantice este propósito.
“Nos resulta sumamente importante no sólo que esté garantizado esta concepción de formación permanente desde la convicción de que la persona con discapacidad puede seguir formándose en múltiples dimensiones de la vida sino que también, necesitamos que estén garantizados los servicios donde esto acontezca”, afirmó Nicolás.
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