La crisis que atraviesa el Instituto Nacional del Teatro (INT) se suma al panorama de ajuste generalizado que afecta a diversos sectores culturales en Argentina. Guadalupe Carnero, delegada general de la Asociación Argentina de Actores y Actrices en Mendoza, advierte sobre el desfinanciamiento del organismo y denuncia la persecución sindical que enfrentan los trabajadores de la cultura.
“El INT es un organismo creado por ley en 1997 con una lógica profundamente federal”, explicó Carnero en diálogo con La Mosquitera FM 88.1. “Su función es garantizar el desarrollo de la actividad teatral en todos los pueblos del país, a través de líneas de financiamiento, capacitación, apoyo técnico y festivales”, detalló.
En los últimos meses, sin embargo, este entramado cultural se ha visto fuertemente amenazado. Carnero apuntó directamente contra las políticas del gobierno nacional: “Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, el objetivo ha sido claro: desfinanciar todos los institutos culturales. No solo el INT, sino también el INAMU, las bibliotecas populares y el INCAA”.
Uno de los puntos clave de la disputa es la forma de financiamiento de estos organismos. “Es importante aclarar que el INT no se sostiene con el presupuesto general del Estado, sino con recursos específicos. En el caso del cine, por ejemplo, parte del financiamiento proviene de la recaudación de entradas de películas comerciales extranjeras”, explicó.
Carnero desmintió además los argumentos esgrimidos por voceros del gobierno nacional, quienes calificaron a los institutos culturales como “fiestas para unos pocos”. “Es todo lo contrario. Cada proyecto teatral se somete a concurso y evaluación por jurados. Además, si no se rinden correctamente los fondos, se pierde el derecho a solicitar futuras asistencias”, subrayó.
La actriz y delegada sindical también remarcó que el impacto del recorte cultural no recae solo sobre los artistas, sino también sobre el público: “El teatro es una experiencia colectiva. Sin espectadores, no hay obra. Si el Estado se retira, se limita el acceso del pueblo a producciones de calidad”.
Asimismo, destacó el rol dinamizador del arte en las economías locales. “Una función teatral llena salas, pero también restaurantes, emprendimientos gastronómicos, ferias artesanales. La cultura genera movimiento económico mucho más allá del escenario”, sostuvo.
Persecución y resistencia
Carnero denunció que en Mendoza el conflicto adquiere ribetes particulares. “El subsecretario de Cultura, Diego Gareca, nos impidió usar las oficinas del INT para una asamblea. Tuvimos que hacerla en la calle”, relató. Y agregó: “A eso se suma la precarización laboral en la Vendimia, donde incluso nos incluyeron cláusulas en los contratos que prohíben asambleas y establecen sanciones por ejercer derechos sindicales”.
Frente a este escenario, el sector teatral ha comenzado a organizarse. “Estamos conformando una Asamblea Federal de Teatro. Ya tuvimos tres encuentros nacionales con más de 200 representantes de todo el país. También preparamos acciones públicas, como abrazos simbólicos al INT y movilizaciones”, anticipó.
La entrevistada subrayó que el INT no fue un regalo estatal, sino una conquista de los trabajadores de la cultura. “Esta ley se logró con lucha, con teatro en la calle, y hoy estamos dispuestos a volver a hacerlo”, afirmó.
A pesar del contexto adverso, el teatro sigue en pie. “Nunca dejamos de producir. Incluso en los peores momentos, antes de la ley, seguimos haciendo teatro. Esa es nuestra historia”, recordó Carnero.
Para quienes quieran apoyar al teatro independiente, recomendó consultar la cartelera a través de Instagram en @premiosarnol y en el sitio Cartelera MZA. “Las entradas son accesibles y ayudan a sostener un circuito que enriquece, transforma y no se calla”, concluyó.