En el Día del Historiador y la Historiadora, se lanzó el primer número de “Historia a Contrapelo”, un periódico historiográfico federal. En diálogo con Radio Comunitaria La Mosquitera, los investigadores del CONICET Laura Rodríguez Agüero y Matías Latorre reflexionaron sobre la historia como campo de batalla y herramienta de transformación.
La efeméride remite a un hecho fundacional de 1812, cuando el Primer Triunvirato encargó al fraile Julián Pedriel —aunque finalmente fue el Deán Gregorio Funes quien asumió la tarea— escribir la historia de la Revolución para “perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los hijos de América del Sur”. Una historia con “H” mayúscula, como señala Latorre, centrada en figuras heroicas masculinas, institucionales, y en muchos casos, teñida de horror.
Frente a esa visión, ambos investigadores proponen una historia con “h” minúscula, que recupere las voces de los y las excluidas: trabajadores, mujeres, disidencias, pueblos originarios. “Una historia potente, que no aparece en los manuales, pero que marcó grandes transformaciones sociales”, sostuvo Latorre.
“Historia a Contrapelo”: un proyecto federal y colectivo
La publicación, coordinada por el historiador Carlos Álvarez desde Rosario, reúne a investigadores y becarios de todo el país que decidieron lanzarse a una iniciativa común ante la crisis que atraviesa el campo de las ciencias sociales. En palabras de Latorre, Historia a Contrapelo retoma la imagen propuesta por Walter Benjamin: la necesidad de mirar la historia “a contrapelo” del relato oficial.
Su artículo en el primer número rescata una huelga nacional de trabajadores del telégrafo y correos en Mendoza, olvidada por la historia oficial. En ese episodio, relata cómo los obreros utilizaban cuerdas de guitarras para sabotear los hilos telegráficos, una estrategia creativa que interrumpía las comunicaciones sin dejar rastros visibles. “Esos acordes siguen resonando hoy”, afirma.
Mendoza, una historia silenciada
Laura Rodríguez Agüero, doctora en Historia e investigadora del CONICET, destacó la importancia de disputar el sentido de la historia local. “Durante mucho tiempo se instaló que Mendoza es una provincia sin conflictos, donde nunca pasó nada. Nosotras venimos a disputar ese relato”, aseguró. Junto a Matías Latorre y un colectivo de colegas, conforman un núcleo de investigación que aborda memorias de luchas sociales, movimientos estudiantiles, feminismos y resistencias políticas desde comienzos del siglo XX hasta la actualidad.
El grupo trabaja activamente con organizaciones sociales, sindicatos y espacios de memoria como el Ex D2, donde Rodríguez Agüero participa en tareas de investigación sobre el terrorismo de Estado. Todo el material producido está disponible para el público en la Mediateca del sitio Espacio Memoria Mendoza, pensado especialmente para docentes y estudiantes.
Una historia que interpela
“Para nosotros, hacer historia no es solo escribir papers académicos, sino aportar a la disputa cultural”, enfatizó Rodríguez Agüero. Ambos investigadores coinciden en que la historia puede ser un arma poderosa para desmontar falacias, reconstruir memorias ocultas y generar conciencia crítica. “El estudio del pasado es también una forma de acción política”, sostuvo Latorre.
Al cierre del programa, manifestaron su preocupación por el despido del historiador Gabriel Di Meglio como director del Museo Histórico Nacional, en el contexto de ajuste y desmantelamiento de espacios culturales. “Nos sumamos al repudio y a la defensa de estos espacios que permiten mantener viva la memoria y la soberanía cultural”, expresaron.
Primer número de Historia a Contrapelo disponible!
Participan:
Magdalena Candioti
Andrés Carminati
Victoria Bona
Alejandro Schneider
Matías Latorre
Diego Ceruso
Diego Mauro
Clara Vuoto
Para acceder al número ingresar a Linktree
https://linktr.ee/periodicohistoriografico
Compartimos a continuación la entrevista en el aire de Radio Comunitaria La Mosquitera FM 88.1