IN CORPORE SANO

Continuamos con la entrega dominical de lecturas… en este caso:_ “Incorpore sano” del libro “Nadie te creería” de Luis María Pescetti; intensas palabras e historia interpretada por Marcos Barroso y Luli A Secas.

– Te voy a reventar. – Te voy a aplastar.
– Te voy a destripar como a una cucaracha.
– Vas a morir como un gusano.
– Es mejor que haber vivido como un gusano.
– Te voy a hacer puré.
– Te voy a derrotar y te voy a cubrir de vergüenza.
– Y vos ni vas a poder salir a la calle.
– Y vos te vas a tener que mudar.
– Y vos te vas a mudar, pero al cementerio.
– Yo te voy a enterrar antes.
– Yo ni voy a ocuparme de enterrarte.
– Se te van a pudrir los huesos al sol.
– Vas a implorarme perdón.
– Vas a llorar a gritos, pidiendo clemencia.
– Vas a gritar, Mamá salvame.
– Y vos te vas a quedar sin voz.
– Vas a huir corriendo, tres días seguidos.
– Vas a querer esconderte debajo de las piedras.
– Me vas a limpiar los zapatos con la lengua.
– Y vos vas a besarme las manos un año seguido.
– Te voy a reventar que vas a quedar con las tripas al sol.
– Y vos vas a quedar de rodillas, llorando sangre.
– Vas a escupir tus dientes.
– Te voy a arrancar la cabellera.
– Dejate de amenazas y vayamos a la cancha.
– ¿¡Cómo a la cancha!? ¡Al tablero, querrás decir!
– ¡¿De qué tablero me hablás?! ¡Vamos a la cancha de tenis!
– ¡Qué tenis ni qué ocho cuartos! ¡Escogé, cobarde! ¡¿Blancas o negras?!
– ¡Si al ajedrez ni sé jugar, yo te decía al tenis!
– ¡¿Qué me venís con tenis que no agarré una raqueta en mi vida?! ¡Al ajedrez yo te desafiaba!
– ¡Y yo te desafiaba al tenis! ¡Pero voy a aprender un poco de ajedrez y te aplasto!
– ¡No hace falta! ¡Mañana me compro una raqueta y te lleno de pelotas la cara!
– ¡Me leo un poco cualquier libro de porquería que consiga y te reviento!
– ¡Y yo me voy a comprar la raqueta más barata! ¡La más de cuarta que encuentre y te aplasto, te dejo como un queso gruyere!
– ¡Con los ojos cerrados te gano al ajedrez!
– ¡Y yo con las dos manos atadas te fulmino al tenis!
– ¡Sin la reina! ¡Hasta esa ventaja te doy!
– ¡Y yo te doy tres sets de ventaja, para que después no llores!
– ¡La reina, una torre, un alfil y los dos caballos te regalo!
– ¡Y yo me vendo los ojos! ¡Te juego con los ojos vendados!
– ¡Y yo te juego con los peones, nomás! ¡Con cuatro peones te derrotaré!
– ¡Miedoso! ¡Eso es lo que sos, un miedoso!
– ¡Cobarde! ¡Mañana se sabrá la verdad! ¡Ni siquiera me voy a comprar el libro! ¡Voy a ganarte con lo que se me ocurra frente al tablero!
– ¡Y yo no voy a gastar en raquetas para ganarte! ¡Te juego con la palma sola!
– Mejor, andá a despedirte de los tuyos.
– Sí, sí, saludá a tu familia porque no te van a reconocer, deciles: Si mañana vuelvo más gordito es que me llenaron la panza de pelotas de tenis
– Sí, sí, y vos deciles: Si regreso con un tablero incrustado en la frente no se asusten.
– Mejor vamos a jugar con merengues de crema, para que no te lastimen los pelotazos.
– Pero, callate, tonto.
– ¿Tonto yo? Tonto vos.
– Tonto.
– Retonto
– Recontra tonto.
– Recontra mil tonto.
– Tonto al millón.
– Tonto al cubo.
– Tonto multiplicado por mil-tonto.
– Tonto al infinito.
– Tonto al infinito de infinitos.
– Tonto a la mil veces de infinitos de infinitos.
– Tonto.
– Tonto.
– (los dos al mismo tiempo) Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto.
– (los dos al mismo tiempo) Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto. Tonto.
– Tarado.
– ¿Cómo dijiste?
– Tarado.
– No insultes.
– Vos me dijiste tonto.
– Tonto no es lo mismo que tarado.
– Sí es lo mismo.
– Entonces sos un tarado.
– No insultes.
– Te veo mañana en la cancha de tenis, tarado.
– Hasta mañana frente al tablero, tarado.
– Chau, tarado.
– Chau, tonto.
– No insultes.
– Vos empezaste.
– No, vos empezaste.
– Bueno, terminala vos.
– No, vos terminala.
– Cortala o te reviento.
– Vos cortala, tonto.
– Tarado.
– Tarado.
– Tonto.
– Chau, tonto.
– Chau, tarado.