Por Luisa Alvarez
Para cuando esta revista este en sus pantallas, habrá llegado la primavera. Una buena noticia entre tantos sinsabores que este 2020 se traía entre manos. Con ella vienen los “floreceres” de todo tipo, así todo la esperamos felices y despidiendo al desolador invierno. Menos tiempo queda para el verano que dirá presente entre otras cosas con los mosquitos y con ellos algunas enfermedades por estos insectos es trasmitida.
Este 2020 sin duda quedara en la historia, tanto a nivel personal como universal, todos los relatos mencionaran este año. Sin duda un capitulo importante en ese desarrollo lo tendrá la CIENCIA en general, en nuestro caso hablaremos de nuestra Ciencia, la Argentina. Esta vez no será el Covid19 nuestro motivo de honrarla, sino los avances que recientemente se han llevado a cabo para vencer al zika.
¿Qué es el zika? El zika es una enfermedad trasmitida por un mosquito. Ese mismo mosquito trasmite también el dengue y el chikungunya. También puede contagiarse por relaciones sexuales. La cosa es más o menos así: los virus llegan a la saliva del mosquito Aedes, donde se multiplica durante diez días. El mosquito inocula el virus a una persona al picarla. El insecto permanecerá infectado de por vida. Como la hembra necesita proteínas que toma de la sangre humana para madurar los huevos, el mosquito se adaptó a entornos domiciliarios. El ciclo del huevo a larva y a pupa se inicia cuando se cubren de agua los recipientes naturales o artificiales donde deposita los huevos el mosquito. El recorrido de vuelo es de 200 a 400 metros; por ello permanece en el mismo lugar desde que nace, siempre que encuentre condiciones de alimento (personas), y lugar para reproducirse.
La enfermedad consiste en fiebre leve, sarpullido principalmente maculopapular (manifestaciones que aparecen en la piel) dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, dolor muscular, malestar general y conjuntivitis que ocurre entre el día 2 a 7, después de la picadura del mosquito vector. Una de las complicaciones de la transmisión vertical de este virus es la microcefalia, con un grave daño cerebral en el recién nacido. Hay que resaltar que solo uno de cada cuatro pacientes presenta síntomas.
En el año 2016 hubo un brote y la Organización Panamericana de la Salud dijo que Latinoamérica tuvo 3 millones de infectados durante 2019.
Ahora bien, luego de este panorama es alentador saber que la Ciencia Argentina, recientemente ha logrado clonar el virus del zika lo que permitiría modificarlo genéticamente. Este logro podría se la base de tratamientos y posibles vacunas.
La ciencia trabaja con tesón y avanza de a poco con pasos pequeños. No hace milagros, estudia y trabaja. La ciencia no es una creencia, no es cuestión de fe, ni de credos. La ciencia hace pruebas, contrapruebas. En estos momentos cruciales cuando la vida misma está en juego es cuando recién podemos valorarla. Sepamos que son las científicas y científicos de carne y hueso, caídos en la escuela pública de quien depende nuestra futura vida. Sepamos salir a defenderla cuando todo esto haya pasado y algunos funcionarios quieran lastimarla.