JUNIO, DÍA DEL PERIODISTA: ESE VIEJO OFICIO DE CONTAR LAS COSAS COMO SON

Por Fernando Álvarez

Los oficios terrestres

Hay oficios que están en riesgo de extinción, que indefectible terminarán. Hay otros que ya pasaron a la historia a pesar de haber existido durante miles de años. Quizás algunos vuelvan a renacer, pero la mayoría desaparecerán en el fondo de los tiempos y esta es una verdad dolorosa, porque detrás de cada oficio, hay cientos de años de cultura acumulada. Y la cultura, es lo único que dejaremos a las próximas generaciones.

Vamos a hablar de periodismo, un oficio que aún no ha muerto, pero que hoy es difícil encontrar detrás de todo lo que se ve y escucha en los medios masivos, ya sean gráficos, radiales o televisivos.

Poner el cuerpo en junio

El 7 de junio se conmemora en nuestro país el día del periodista, en recordación del día que fue fundado primer periódico que existió por estas tierras: “La Gaceta de Buenos Aires”, creada por Mariano Moreno para difundir las ideas del nuevo gobierno independiente. De más está decir que sus principales plumas: el propio Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Castelli; no se limitaban solo a escribir noticias y convencer de la importancia de sus ideas de independencia y libertad, sino que también ponían el cuerpo a la revolución naciente. Todos ellos murieron jóvenes, luchando por el surgimiento de lo que después se conocería como La Argentina.

Siempre los aniversarios son un poco caprichosos, pero en este caso, Junio sí que es un buen mes para conmemorar el oficio de periodista. Si hacemos uso de los calendarios veremos que un 9 de junio de 1956, fue cuando se produjeron los fusilamientos en José León Suarez, la investigación de estos hechos dio pie a la creación de una de las mayores obras literarias y periodísticas del siglo pasado: Operación Masacre. Realizada por el más importante de los periodistas argentinos del siglo XX: Rodolfo Walsh, asesinado por la última dictadura militar.

Un 17 de junio de 1976 fue asesinado también otro gran periodista, poeta además: Paco Urondo. Acá nomás, en la calle Cañadita Alegre de Guaymallén, fue atrapado por un comando parapolicial.

El primero de junio de 1978, fue creada la revista Humor, único medio que se atrevió a enfrentar a la decadente dictadura militar. Su fundador, otro de los grandes de nuestro periodismo: Andrés Cascioli, fue un prolífico dibujante y creador de medios independientes. Murió en la pobreza, ahogado por las deudas editoriales, olvidado de casi todos aquellos que aparecieron en el periodismo gracias a él.

Posverdad y después…

Argentina vivió 50 años de intervenciones militares (1930 – 1982), durante esta etapa, con pequeños momentos de libertad, hubo censura y persecución a los periodistas que publicaban cosas incomodas hacia el poder. Hoy, con 36 años de Democracia en las espaldas, podemos decir que estamos en uno de los puntos más bajos en cuanto a credibilidad de la labor periodística. Hegemonizados por 2 o 3 dueños, los medios masivos de nuestro país no hacen más que editorializar lo que les mandan sus jefes. Posverdad en estado puro: ya no importa buscar la verdad sino solo alimentar los prejuicios indicados, para hacer los negocios correctos.

Pero lejos de plantear un panorama apocalíptico para el oficio de los periodistas, creemos junto con otros medios comunitarios, que el periodismo tal y como lo conocemos, esta pronto a finalizar.

Paradójicamente, los que perdieron cuando se anuló la Ley de Medios: las revistas, radios y canales alternativos, comunitarios, cooperativos. Son los que están sosteniendo, a puro pulmón, ese viejo oficio de investigar, buscar y encontrar las verdades que son incómodas para el poder económico, y para sus servidores políticos, judiciales, gremiales, periodísticos, etc.

No soy muy del palo creyente, sin embargo aquello de que “solo la verdad nos hará libres” pareciera estar tomando cada vez más sentido. Aunque la verdad haya que buscarla cada vez más por los costados, donde nadie mira, o quiere mirar.