KeKo Barrios, actor, bailarín, escritor, gestor cultural e integrante del Centro Cultural Ana Frank recorrió su carrera y su gestión en la sala.
“Siempre me gusto ser artista, yo me fui permitiendo serlo en una sociedad que te dice que si te dedicas al arte no vas a poder vivir… hay que ir derribando prejuicios” contó.
“Lo importante es hacer algo que te de sentido, compartir con otros”, dijo.
Analizó respecto a los rótulos que lo importante es dejar pasar aquellas voces que estereotipan o forman mandatos y con las redes tengo sentimientos de amor-odio son adictivas y a veces hay que callar.
Expresó que “la sala Ana Frank es un espacio cultural de ciudad dentro del predio del Centro Cultural Israelita, de resistencia y para mí es un espacio de resistencia y refugio, lo gestionamos junto a Yanina Villar”.
“Queremos que sea un espacio seguro para las comunidades, minorías y grupalidades que han sido discriminados en otros espacios”, contó.
“Hay que dar batallas, renovar estrategias tener memoria y saber que esto también va a pasar”, de eso se trata la resistencia, refirió.
“El arte encuentra la grieta para resignificarse todo el tiempo y eso a la derecha la vuelve loca” sostuvo.
“El desafío del año ha sido reinventarse respecto a la gestión, hay que adaptarse permanentemente al contexto que es muy diverso además”, dijo.
“La confianza y la sinceridad es fundamental para gestionar el espacio cultural”, expresó.
Para finalizar dijo “que le gusta la idea del espacio que alberga varios mundos y cree que en Mendoza hay publico para ello, también que no sea un lugar elitista”.