(Nota publicada en la Revista La Mosquitera con anterioridad. Haciendo memoria...)
LA VII CUMBRE DE LAS AMÉRICAS se realizó en Ciudad de Panamá, entre el 9 y el 11 de abril de 2015. Las cumbres de los otros, esas que hacían los del norte, parecen estar como fuera de época, que han perdido el dominio. Pero, claro, esto de ser optimistas es bueno, pero no hay que olvidar la historia y sus ciclos, que son como las mareas que van y vienen sobre la costa; un día por descuido llega una ola grande y se lleva la sombrilla, al abuelo en la reposera y a los latinoamericanos también; y nosotros, tan unidos que estamos, corremos el riesgo de quedar con la malla por las rodillas y de nuevo enfrentados, divididos y dominados, así de golpe, perdón por la palabra. Que hay diversidad entre nuestros países las hay, y brutales. Políticamente, socialmente, hay gobiernos de derecha, gobiernos progre, de centro, represores, defensores de los derechos humanos y todos los que se te ocurran, pero a diferencia de aquellas épocas, ahora todos unidos terminamos votando a favor del regreso de Cuba a la Cumbre y una fuerte defensa de los intereses económicos latinoamericanos se impuso enfrentando al patrón, Don Estados Unidos. El otro aspecto emblemático fue la actitud de todos -menos la del servil Canadá- en contra de la declaración norteamericana en la que denunció al país de Venezuela por considerarlo una amenaza a la seguridad norteamericana. Es más, al morocho americano, dentro de la Cumbre, se lo vio bastante solitario en las fotos, como uno más de todos pero como sapo de otro pozo.
JUNTITOS Y SEPARADOS POR UN CHARCO SALADO, así es como permanecieron Cuba y Estados Unidos durante, qué sé yo cuánto, más de medio siglo, una eternidad. Por eso lo de Castro y Obama es histórico, y la palabra “histórico” fue una de las más escuchadas en la Cumbre de las Américas. Ambos presidentes se encargaron de subrayar que esto no quiere decir que no sigan manteniendo diferencias en varios campos. “Hemos concluido que podemos concertar en un espíritu de respeto y civilidad. Y, a lo largo del tiempo, juntos podremos dar vuelta la página e iniciar una nueva relación”, sostuvo Obama con Castro sentado a su lado. “Es lo mismo que pensamos nosotros. Creo que todo se puede discutir y se hace con mutuo respeto a las ideas del otro”, avaló el presidente cubano. El último encuentro de este estilo data de 1958, un año después ganaba la revolución en Cuba, que en 1961 anunciaba su adhesión al socialismo y en 1962 era expulsada de la OEA.
LA CUMBRE DE LOS TIEMPOS PASADOS, en 1994 el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, dirigió en Miami la primera Cumbre de las Américas, flor de lugarcito se eligió! Cuando hablaba desde ahí, miraba a La Habana y podía vérsele caer la baba y mostrar los colmillos. Como una aparente coincidencia, de esas que saben armar los vecinos del norte, a principios de ese año, México y Canadá, ordenados por su patroncito, se integraron al TLCAN –Tratado de Libre Comercio de América del Norte-; lo ordenaba el jefe, a obedecer. Su intento de hacer un progresivo dominio hacia el resto del continente se preparó entre 1994 y 1998 a través del ALCA –Área de Libre Comercio de las Américas- el cual significaba la dominación económica, financiera y legal de todo el continente. El centro del universo para toda América sería Washington, se eliminarían progresivamente las barreras al comercio en todos los países, los Estados Unidos podrían meter todos sus productos en nuestras economías, podrían llevarse las materias primas por dos mangos. Una integración perfecta para los gringos. Un tratado confeccionado a su medida que se cayó en la Cumbre de Mar del Plata, porque en aquella famosa Cumbre se lanzó la frase “ALCA… AL CARAJO” desde la voz de Chávez. La época era de vacas gordas para ellos, todos los gobiernos del Sur y Centro América estaban dominados por presidentes neoliberales y sumisos a las relaciones carnales con Estados Unidos. “Menem lo hizo” estaba demoliendo Argentina y por otros lados existían sus gemelos, Salinas de Gortari en México, Fujimori en Perú, Fernando Collor de Melo y Henrique Cardoso en Brasil, etc.
ALGUNAS DECLARACIONES PATEARON EL TABLERO, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner dijo: “No seamos cínicos. Miles y miles de millones de dólares se blanquean en paraísos fiscales y en bancos de países desarrollados. Si no se aborda ese problema no hay solución para el narcotráfico. Con la droga y el dinero se quedan los países desarrollados; con los muertos y las armas, los pobres de América Latina”. Respecto a la amenaza que representa Venezuela para Estados Unidos o la Argentina para Inglaterra dijo: “La verdad que resulta absolutamente ridículo considerarnos a cualquiera de nosotros una amenaza, el presupuesto militar de Estados Unidos es más de 600 mil millones de dólares”, buscan dominarnos haciendo “golpes suaves donde se utilizan medios masivos de comunicación, multinacionales y denuncias falsas”.
El Papa Francisco dijo: “La inequidad, la injusta distribución de la riqueza y de los recursos son fuente de conflictos y de violencia entre los pueblos porque suponen que el progreso de unos se construye sobre el necesario sacrificio de otros. Hay bienes básicos como la tierra, el trabajo y la casa, y servicios públicos como la salud, la educación, la seguridad y el medio ambiente, de los que ningún ser humano debería quedar excluido”.
Maduro, presidente de Venezuela, rechazó el decreto del gobierno norteamericano que promueve sanciones contra funcionarios bolivarianos y declara al país como una amenaza inusual y extraordinaria contra su seguridad interna. Maduro invitó a Obama, presente en el lugar, a “conversar”, porque de lo contrario entendería que él trata con “desprecio a Venezuela”. Agregó que “no es suficiente” con haber dicho que no considera una amenaza a Venezuela, “debe derogar su decreto amenazante, irracional e irrespetuoso. Tenemos videos de los planes para matarme y dar un golpe de Estado que se encontraron en la embajada de Estados Unidos en Venezuela; esto es inconcebible, presidente Obama”.
El presidente de Bolivia Evo Morales dijo: “La región ha cambiado para siempre. Ya no es como antes. Ya no pueden imponer dictaduras militares. Hemos dejado de ser la región obediente, disciplinada, doblegada y sumisa. Hoy tenemos un continente en rebeldía. Estados Unidos tiene una postura para con América Latina y el Caribe que es una mirada de ‘desprecio y superioridad’. ¿Qué ha hecho Bolivia para merecer castigo imperial? No hemos hecho nada que no sea pelear por nuestra independencia. Nunca nos armamos para afectar su seguridad ni intervenimos en sus cuestiones internas. ¿Por qué nos tratan como enemigos? No queremos más doctrinas Bush. Deje de lado los discursos de doble moral para el pasado. Deje de lado las amenazas, los chantajes, las presiones que se cierran desde el Capitolio o la Casa Blanca sobre nuestros gobiernos” -dijo Evo dirigiéndose a Obama.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó como “mortal” la acción de los medios de prensa concentrados en América Latina. Dijo que “en la región, los monopolios de medios se involucran en política de manera ‘descarada’, Una buena prensa es vital para una verdadera democracia; una mala es mortal, y la prensa latinoamericana es mala, muy mala”.
SI LOS GRINGOS NO DOMINAN COMO ANTES, la pregunta es ¿entonces por qué nos va mejor ahora? Digo, si antes controlaban la Cumbre de las Américas, nos tenían endeudados con el Fondo Monetario, aplaudían a gobiernos que le hacían favores a sus inversiones, todos caminábamos en cuatro patas hasta rendirnos a sus pies preguntándoles a los presidentes de turno qué había que hacer o dejar de hacer, entonces endeudados gritábamos “DAME GUIIITAAA LOCCOOO POR FAVOOOR” y llegaba más deuda, más deuda y más disposiciones. Cumplimos por años a raja tabla sus órdenes económicas. Ojo, años y años cerrando empresas y quedándonos sin trabajo por todo el continente, y ellos, ellos poniendo como nota en el cuaderno de comunicaciones muy bien felicitado, mientras nosotros armábamos más villas, más favelas, más cantegriles por todos nuestros países, fabricábamos miseria, era nuestra mejor producción. Vuelvo a la pregunta que me hice al principio, pero al revés, ¿por qué ahora que desobedecimos, que pusimos algunos límites, que el señor del continente vio que le alambramos algunos lugares donde ahora no puede entrar, por qué ahora nos va mejor sin ellos, sin sus intervenciones, sin sus préstamos, sin sus consejos. Ninguna duda cabe acerca de que algo cambió. El gran despelote de siempre es cómo seguir avanzando sin trastabillar, cómo estar más unidos y más independientes para que, en caso de que llegue esa ola que nos tiran, desde afuera y desde adentro, saquemos al abuelo de la reposera y entonces no se lo lleve el mar…
(IMAGEN DE BARRICADA)