La desaparición de Gisela Gutiérrez muestra otra ausencia, la del Estado en los casos de desaparición de mujeres. Y más aún si esas mujeres son de barrios pobres. Tres años, ningún avance en la investigación. Sostiene la causa y exige justicia la familia de Gisela y la lucha feminista.
Victoria Pasero, una de las compañeras de la Campaña Nacional contra la Violencia hacia las mujeres, le puso voz a un día de lucha, porque hace tres años que no sabemos nada de lo que sucedió con Gisela Gutiérrez. Tres años en que se viene acompañando a la familia, tejiendo estrategias para sostener a su madre y sus hermanas ante la búsqueda de justicia:
“Buscamos justicia ante la falta y una ausencia total del Estado, en todas sus dimensiones. Tanto en la búsqueda de justicia de saber qué pasó con Gisela, quiénes son los responsables, pero también la falta de acompañamiento a la mamá de Gisela, Ramona, quien se hizo cargo de los tres hijos de Gisela, dos varones y una nena. El Estado no ha hecho un acompañamiento activo, sólo aparece como respuesta a los reclamos y exigencias como organizaciones feministas, que estamos acompañando a la familia de Gisela.”
Durante los primeros días de la desaparición de Gisela, la justicia no realizó las acciones urgentes de rastrillajes, de búsqueda. Victoria explica que vienen denunciando muchas arbitrariedades en la investigación: “se deberían haber activado los recursos apenas se hizo la denuncia. Se hizo el rastrillaje dos meses después, sin cuerpo de canes. El tiempo era fundamental para poder encontrar pistas o encontrarla con vida. Y en este caso, como el de Johana y el de Soledad, la justicia es cómplice por acción u omisión. Necesitamos una justicia activa.”
“Ante la violencia, lucha y organización feminista” concluye Victoria. Son las mujeres las que siguen al día de hoy acompañando los casos de desaparición. Se apela a las organizaciones para dar la lucha, no desde la soledad, sino desde la solidaridad.
(Imagen: Mural realizado en el Barrio La Favorita)